Crónicas Clasemedieras: ‘El tiradero’ por Omar G. Villegas
Omar G. Villegas |
Una de las prácticas más comunes de los periodistas y de los escritores es tomar notas. Yo, después de más de 15 años ejerciendo el periodismo, aún siento algo de pudor de denominarme periodista. Con un solo libro publicado no me atrevo a llamarme escritor. Sin embargo, tengo el hábito de tomar notas.
Lo hago donde sea: en un cuaderno que tengo destinado para ello y que casi nunca abro, en servilletas, en el celular, en algún documento de Word o en cualquier pedazo de papel. Esta última opción es a la que más recurro. Es por eso que durante años acumulé papelitos con anotaciones que, así escrito, podría parecer candoroso y hasta literario, pero en el sentido más práctico se convirtieron en un montón de basura.
No hace tantos días los junté todos y comencé a revisarlos. Había frases, unas más ingeniosas que otras. Pero la mayoría debieron haber pasado directamente al cesto de la basura. Todas estaban destinadas a detonar páginas o integrarse a un nuevo libro que he estado preparando, sopesando, transformando, postergando desde hace unos cuatro años.
Lo que hice en un arranque, como los que suelo tener a menudo, tiré todos los papelitos con anotaciones. Pensé que si ese libro no había surgido no valía la pena conservarlos y que si se habían quedado ahí, olvidados, es porque seguramente no había nada que valiera la pena recordar.
Suelo hacer eso cada determinado tiempo. Así me deshice de mi ya nutrida biblioteca que se redujo a dos libreros pequeños. Con mis discos y películas que ahora caben en una caja. Con mi guardarropa, varias veces y la más reciente hace unas semanas, que ya sólo tiene unos cambios de ropa. Los que utilizo constantemente.
Así que ahora estoy sin anotaciones, pero con algunas ideas que, espero, pronto den origen a aquel texto que me cosquillea en las yemas de los dedos pero que nomás no logra germinar. Abrirse paso entre las prisas, el trabajo, los pendientes, ¿la falta de tiempo?
Por otro lado, las metrópolis y sus cada vez más reducidos espacios de vivienda nos orillan al desapego más pragmático de las pertenencias para vivir cómodamente. El verter recuerdos y afectos en los objetos es un lujo que uno no se puede permitir en estos días. Y mejor. Es preferible tener más espacio para transitar en casa que sentirse apabullado por montañas de cosas que en su mayoría no se utilizaron más que una sola vez. Lo peor es que esos objetos pueden ocasionar que somaticemos alguna experiencia. Así que mejor al tiradero.
Omar G. Villegas | Twitter: @omargvillegas |
Omar G. Villegas (Ciudad de México, 1979). Periodista. Ha ejercido el periodismo cultural y de espectáculos en los diarios Reforma, El Universal, La Crónica de Hoy, El Día y, actualmente, en la cadena Tv Azteca, donde también es guionista. Ha colaborado en revistas como ¡Quién! y DEEP, y en el portal The Huffington Post. Ha publicado narrativa breve en su blog Memorias Consustanciales y ensayos en revistas electrónicas especializadas de México, España y Suramérica como Imágenes del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM. Es profesor de Periodismo en la Universidad Iberoamericana. Autor del libro de relatos breves “El jardín de los delirios” (Textofilia, 2012). Egresado de periodismo de la UNAM. Estudió la maestría en Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Salamanca, España, con beca de la Fundación Carolina, y la maestría en Historia del Arte en la UNAM.
Foto: Escribir Shutterstock
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