Crónicas clasemedieras: ‘Recuerdos’ por Omar G. Villegas
Por Omar G. Villegas |
Recuerdo una vez que iba en el coche con mi familia. Pasábamos por sembradíos de maíz en el campo a las afueras de la Ciudad de México. En el camino nos cruzamos con una casita solitaria.
Cuando estábamos frente a la modesta construcción, que apenas tenía un par de habitaciones rústicas, yo dije en voz alta, siendo entonces un adolescente, que quería vivir en una casa así.
Imagínense un sitio sencillo en medio de la naturaleza. Me acuerdo que mi madre me dijo, rotunda, que debía aspirar a más. Con ese comentario de unos segundos logró transformar mi rumbo. Se volvió una premisa a seguir eso de andar y andar sin descanso.
Aun cuando estuviera agotado no había tiempo para detenerse. Las pausas son lujos que no todos nos damos y que sólo unos cuanto pueden comprar. El tiempo libre de calidad es difícil de alcanzar.
En todo caso ahora comprendo que quizá mi madre, más que empujarme a conquistar el mundo, quería decir que debía conocerlo antes de decidir dónde echar raíces.
Hoy, después de haber alcanzado con algo de suerte y mucha perseverancia algunas mentas que de joven me planteé, retomo ese deseo de vivir tranquilamente en el bosque. O mejor aún: en una casita frente al mar donde pueda estar en paz.
La tranquilidad y la salud con los años se van volviendo dos de los tesoros más preciados. Así que me imagino en una casa frente al mar en la cual escribir, beber café, mirar en silencio el horizonte. Estar solo o quizá con una familia. Con un hijo y, tal vez, un perro.
Este deseo arde con más intensidad cuando me veo en medio de una vida tan agitada como aquella a la que nos arroja la Ciudad de México, vertiginosa hasta enloquecer. Me dirán que todo radica, también, en la actitud que uno tiene hacia el entorno. Aunque diré que tránsitos de tres horas para ir y regresar del trabajo a casa cimbran a cualquiera.
Lo curioso es que, imbuido por este ajetreo, cada vez salgo menos de la ciudad así que un momento de silencio deviene paraíso. Sin embargo, aquella casa frente al mar se mantiene como quimera. Quizá cuando cientos de personas vamos ensardinados en el tránsito o en el transporte público recordamos aquel instante en el que soñamos estar en paz.
Omar G. Villegas | Twitter: @omargvillegas |
Omar G. Villegas (Ciudad de México, 1979). Periodista. Ha ejercido el periodismo cultural y de espectáculos en los diarios Reforma, El Universal, La Crónica de Hoy, El Día y, actualmente, en la cadena Tv Azteca, donde también es guionista. Ha colaborado en revistas como ¡Quién! y DEEP, y en el portal The Huffington Post. Ha publicado narrativa breve en su blog Memorias Consustanciales y ensayos en revistas electrónicas especializadas de México, España y Suramérica como Imágenes del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM. Es profesor de Periodismo en la Universidad Iberoamericana. Autor del libro de relatos breves “El jardín de los delirios” (Textofilia, 2012). Egresado de periodismo de la UNAM. Estudió la maestría en Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Salamanca, España, con beca de la Fundación Carolina, y la maestría en Historia del Arte en la UNAM.
Foto: Casa solitaria Shutterstock
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