COVID-19: ¿Qué caracteriza las “nuevas cepas”?
Las diferentes variantes del COVID-19 siguen imponiendo pánico alrededor del mundo. Pero… ¿Cómo se comportan? ¿Qué tienen de diferentes? ¡Acompáñanos y entérate de los detalles sobre las tres principales variantes del virus!
El COVID-19 comenzó su expansión por el mundo con una única versión originada de Wuhan, China. Hoy a más de un año después y con la campaña de vacunación a un ritmo creciente a nivel mundial la enfermedad ha desarrollado un total de al menos tres variantes conocidas, las cuales son las B.1.1.7, B.1.351 y P.1. Más conocidas a nivel internacional como la cepa del Reino Unido, la cepa sudafricana y la cepa brasileña.
Pero… ¿Qué tienen de diferentes?
Variante británica (B.1.1.7)
Detectada por primera vez en diciembre de 2020 cuando fue capaz de activar las alarmas de la infección de COVID-19 en el sureste de Inglaterra, antes de propagarse por todo el país e incluso internacionalmente. A día de hoy se le considera activa en más de 70 países.
Es al menos un 70% más contagiosa que la variante original además de un 64% más mortal, provocando 4.1 muertes en cada 1000 infectados, a diferencia de las 2.5 muertes que provoca el COVID-19 originario de Wuhan.
También es capaz de sobrevivir al menos cinco días más que el resto por lo que tiene una mayor capacidad de infección que las diferentes variantes del virus, algo que redunda su mayor probabilidad tanto en la tasa de hospitalización como del número de fallecidos.
Una particularidad de esta variante es que los pacientes infectados son menos propensos a la perdida de gusto y olfato, pero a su vez son más propensas a tener tos persistente, cansancio, dolores musculares, dolor de garganta y fiebre en comparación con los infectados con la cepa original.
Variante sudafricana (B.11351)
Al verse relacionada con casos de reinfección, esta variante se ha convertido en quizás la más preocupante desde su detección en octubre de 2020 con un mayor número de mutaciones, que le permiten adherirse más fácilmente a las células humanas.
Estudios han demostrado que esta mutación es muy peligrosa debido a que hace que el virus menos detectable por el sistema inmune y se produzcan menos anticuerpos. Por lo que a su vez también produce una bajada en la eficacia de ciertas vacunas cuando el paciente se infecta con esta variante.
Esta variante hasta la actualidad no ha presentado una variante en los síntomas comunes del COVID-19, pero se le considera más peligrosa por su alta probabilidad de reinfección y porque los anticuerpos naturales son menos efectivos ante ella
Variante brasileña (P.1)
Quizás la variante menos conocida, que da miedo internacionalmente debido a lo contagiosa que es, fue identificada en Manaos en diciembre de 2020. Tiene mutaciones similares a la variante sudafricana, por lo que en la actualidad se estima que posea una probabilidad de reinfección cercana al 60%.
Esta variante podría generar más infecciones que las otras cepas debido a que demanda más anticuerpos para resistir al virus, aunque a día de hoy no se le considera más letal que la variante original. Otro punto a resaltar es que las vacunas como Pfizer y la de AstraZeneca siguen siendo eficaces ante esta cepa.
Por ahora no existe evidencia clara de que esta variante genere síntomas nuevos más que la llamada “lengua COVID-19” que no es más que partiduras en la superficie de la lengua del infectado. Lo que si preocupa mucho es la velocidad en la que se esparce y la cantidad de personas infectadas con esta variante en tan poco tiempo.
Con información de: El Universo / Wikipedia / El País / BBC / Redacción Medica
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