Los futbolistas no se lesionan más que otros deportistas (aunque lo parezca)
Javier Peña, Universitat de Vic – Universitat Central de Catalunya
El fútbol tiene una gran importancia en nuestra sociedad. Si se pudieran contabilizar de forma objetiva las conversaciones en bares y cafeterías después de un clásico, no habría otro tema tan comentado en el país.
Entre las preocupaciones de los aficionados, las más frecuentes están ligadas al rendimiento de los equipos y a su clasificación. Dentro de ese desempeño deportivo la salud de los jugadores es un factor clave. Muchos seguidores consideran que en el fútbol profesional hay demasiado “dinero en el banquillo”, como los periodistas norteamericanos se refieren a los salarios muertos que perciben los jugadores que no pueden disputar partidos.
Pero miremos la epidemiología, al estudio de la distribución y la frecuencia de las lesiones en el fútbol. ¿De verdad los futbolistas se lesionan tanto como parece?
Una de las mejores investigaciones respecto a esta cuestión apareció en el año 2011. El grupo del profesor sueco Jan Ekstrand publicó un artículo en la revista British Journal of Sports Medicine sobre lesiones padecidas entre las temporadas 2001/2002 y 2007/2008 por jugadores de 23 equipos profesionales seleccionados por la UEFA. Entre estos figuraban el Arsenal, el Manchester United, la Juventus, el Real Madrid y el FC Barcelona.
El estudio registró 4.483 lesiones, con una incidencia de 8 lesiones por cada 1.000 horas de exposición. Es decir, que un futbolista, de media, se lesiona cada 125 horas que pasa con el balón. Según el artículo, los jugadores de fútbol sufren más problemas en los partidos (27,5 lesiones) que en los entrenamientos (4,1 lesiones). Una escuadra de 25 jugadores padece a lo largo de una temporada una media de 50 lesiones. Un 12 % de ellas son recaídas.
Este trabajo también muestra cuándo aparecen más lesiones en competición: entre los minutos 31 y 45 y entre el 61 y el 90. Las lesiones traumáticas, producidas por una agresión debida al contacto con los adversarios, tienen una aparición bastante uniforme durante toda la temporada.
Hay solo una excepción: la lesión de los músculos isquiotibiales. Situados en la cara posterior del muslo, y fundamentales en la flexión de la pierna, su lesión presenta una frecuencia de aparición dos o tres veces mayor en período competitivo.
En cambio, las lesiones más habituales de los futbolistas durante los meses de pretemporada son las de sobreuso. Estas segundas no tienen una causa tan aparente como las traumáticas. En muchos casos se deben a variaciones bruscas en la carga de entrenamiento o a la repetición constante de un mismo movimiento sin descanso adecuado. Si lo pensamos, tiene lógica que aparezcan cuando los futbolistas soportan un mayor volumen de carga para afinar su preparación.
Los clubes de fútbol invierten muchísimos recursos para evitar los percances físicos de sus deportistas. JLT Specialty, una empresa de riesgos en el mercado financiero, presentó en el año 2017 un estudio en el que cuantificaba las pérdidas económicas derivadas de las lesiones.
Según el informe, los clubes de la Premier League en la temporada 2016/2017 pagaron a jugadores lesionados alrededor de 177 millones de libras esterlinas, casi doscientos millones de euros. A esto habría que añadir el coste de los procedimientos médicos y salarios del personal que interviene en la recuperación de los deportistas, aparte del coste económico de las derrotas. Conclusión: las lesiones salen muy caras a los equipos profesionales.
Pero, ¿es el fútbol profesional uno de los deportes en el que se más se lesionan los deportistas? Hace poco se publicó el estudio oficial sobre las lesiones en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016. 11.274 deportistas tomaron parte en el evento, en el que se registraron 1.101 lesiones deportivas.
El fútbol fue uno de los 26 deportes que se practicaron durante el evento. Este cuenta con jugadores profesionales jóvenes en sus selecciones y fue el séptimo deporte en porcentaje de lesiones. Por encima encontramos el waterpolo y el rugby, y los valores del balonmano no están lejos. Si consideramos la severidad de las lesiones aquellas más graves, las de más de 7 días para su recuperación, tampoco son más comunes en el fútbol que en otras disciplinas.
El fútbol es un deporte con un riesgo constante de contacto entre adversarios, solo dispone de 3 cambios durante los 90 minutos de juego, se practica sobre una superficie inestable y algunos equipos juegan hasta 3 partidos por semana. En otras palabras, está claro que el horizonte lesión cero es imposible.
Sin embargo, la creencia popular de que los jugadores de fútbol se lesionan a menudo, más que otros deportes, es infundada. Se debe a que dedicamos más tiempo a hablar de fútbol que a cualquier otra causa objetiva.
Javier Peña, Director del Centro de Estudios en Deporte y Actividad Física (CEEAF), Universitat de Vic – Universitat Central de Catalunya
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.
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