Las finanzas se mudan a internet
El hecho de que la actividad financiera se está mudando de forma masiva y acelerada del mundo físico a su contrapartida virtual es incontestable. Cada vez es más difícil efectuar un trámite de forma presencial; si no es porque se cobra una tasa es porque los tramos horarios para realizarlos son ridículamente estrechos y normalmente colocados en mitad de la jornada laboral, pero si se asumen las tasas y se logra encontrar un hueco para acudir al banco será necesario salvar un último obstáculo, encontrar una sucursal abierta en mitad de la siega generalizada de empleados y sucursales que la banca lleva años acometiendo.
La accesibilidad cada vez menos evidente de la banca tradicional ha abierto la puerta a que cada vez aparezcan más y más servicios de pagos en línea como PayPal, GooglePay, Skrill… etcétera, pero esta mutación de los servicios financieros no se limita a los sistemas de pago, ya que también han aparecido nuevos activos que funcionan como dinero, como las criptomonedas, con las cuales también se puede operar en las plataformas para invertir en mercados OTC, como los brókeres online.
Los gigantes tecnológicos y los servicios fintech
A esta competición por ofrecer el mejor sistema de pago y captar la mayor cantidad de usuarios posibles, a los tradicionales PayPal o Skrill se han unido dos multinacionales que normalmente se relacionan con otro tipo de servicios y productos, y son Google con su Google Pay y Apple con su Apple Pay -la compañía de la manzana mordida no sólo ha desarrollado sus propios dispositivos y su propio sistema de pago, ya que también cuenta con un sistema operativo propio, Safari, que hace las delicias de los appleadictos-.
Con ambos sistemas los usuarios podrán vincular sus cuentas bancarias al sistema de pago seguro de Google Pay o de Apple Pay, siendo los sistemas los intermediarios entre la cuenta bancaria del usuario y la tienda en la que se haya realizado el pago, de esta forma se evita compartir información extremadamente sensible con las mismas e incluso en el caso de estafa el montante perdido debería limitarse a la cantidad transferida, ya que los estafadores nunca tendrán acceso a los datos bancarios del usuario.
Además ambos servicios se anuncian como positivos no solo para los usuarios, sino también para los comerciantes, al ofrecer entre otras las siguientes ventajas; una integración del servicio sencilla, una aumento de las ventas, ya que los clientes tendrán una experiencia de pago sencilla, segura, cómoda y rápida -en la rapidez y la seguridad inciden especialmente ambos servicios, lo que no es extraño, ya que el miedo es lo que más ha frenado el paso de los usuarios de los pagos físicos a los pagos online- y en principio no les costará ninguna comisión adicional ni a los compradores ni a los vendedores, pagando los bancos el 0,15 por ciento en el caso de Apple Pay, así que es de suponer que de alguna forma les beneficia que sean compañías externas las que se encarguen de los pagos seguros online de sus clientes.
Además, algunos de los servicios de pagos seguros online también pueden utilizarse a la hora de nutrir de fondos las cuentas de los traders en los brókeres online, otro tipo de empresas que se han beneficiado de la expansión de internet para llegar a más potenciales usuarios.
La inversión online en el siglo XXI
Pero no sólo la forma de pagar en comercios o subscripciones ha cambiado de forma radical en los últimos años, ya que el mundo de las inversiones ha abierto mucho el abanico de potenciales usuarios utilizando, por ejemplo, plataformas de trading con CFD, en las cuales los traders utilizarán los contratos por diferencia -que es lo que significan las siglas CFD en inglés- para, después de haber analizado convenientemente gráficas, noticias y análisis técnicos, abrir posiciones en corto o en largo en el mercado creado por el bróker propietario de la plataforma, algo que antes de la generalización de internet y de los ordenadores personales hubiera estado limitado a un número muy pequeño de inversores.
Claro que un acceso masivo de traders sin experiencia requiere de ellos el compromiso de formarse adecuadamente antes de invertir su capital -esta formación es más sencilla también gracias a la democratización del acceso a internet, ya que el material disponible para aprender a operar, aprender qué son los instrumentos y aprender cómo manejar herramientas como el apalancamiento propias del trading online, el cual tiene importantes riesgos inherentes, es muy abundante-, algo que desgraciadamente no es siempre el camino que toman los nuevos traders antes de lanzarse a operar, lo cual aumenta las posibilidades de terminar perdiendo dinero y tiempo.
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