Hallan diez especies y subespecies de pájaros cantores en Indonesia
Escondidas en las poco exploradas islas de la región natural de Wallacea, un equipo de científicos ha descubierto cinco especies y cinco subespecies de aves. Se trata del primer hallazgo con el mayor número de aves identificadas en una región tan pequeña en más de un siglo.
Pocos exploradores o coleccionistas se habían aventurado tierra adentro en tres de las islas de la región Wallacea, en la costa oriental de Sulawesi en Indonesia. Las montañas de Taliabu, Peleng y Batudaka (en las islas Togian), situadas en una línea natural que divide Indonesia en dos zonas y que fue identificada por el naturalista y biólogo británico Alfred Wallace en el siglo XIX, permanecían hasta ahora como territorios prácticamente inexplorados.
Desde el año 1999, solo se habían encontrado cinco o seis especies de aves nuevas cada año en todo el mundo
Tras cerca de un año y medio de espera para obtener los permisos, un equipo de científicos liderado por la Universidad Nacional de Singapur logró, con ciertas dificultades, llegar hasta el archipiélago entre noviembre de 2013 y enero de 2014. “Taliabu, por ejemplo, es probablemente la isla más grande de Indonesia sin aeropuerto, y solo se puede llegar a través de caros charters de barcos”, confiesa a Sinc Frank E. Rheindt, profesor asociado en el departamento de Ciencias Biológicas.
Una vez en las islas, los científicos tuvieron que transportar su propio equipo montaña arriba, lo que exigió la ayuda de porteadores y ayudantes locales. Pero el esfuerzo mereció la pena. Después de seis semanas de expedición y de recolección, el grupo sintió que descubría un mundo desconocido al encontrarse con especies que no se esperaba.
La revista Science da ahora a conocer el hallazgo de diez especies y subespecies de pájaros cantores, lo que supone el mayor número de especies descubiertas en un área geográficamente tan pequeña en más de un siglo. Desde el año 1999, solo se habían encontrado cinco o seis especies de aves nuevas cada año en todo el mundo.
El descubrimiento confirma que todavía existen lugares en el mundo que siguen siendo muy poco explorados. “Esperamos que esta investigación impulse a otro tipo de biólogos como entomólogos y herpetólogos, entre otros, a salir y encontrar nuevas especies en lugares prometedores”, cuenta Rheindt, autor principal del trabajo.
Las aves que quedan por descubrir
Las aves son el grupo animal probablemente más conocido si lo comparamos a otros, por lo que el hallazgo de nuevas especies no es tan abundante como el de reptiles, ranas o insectos. Según las estimaciones, en la actualidad es posible que se conozcan unas 11.000 especies de aves en todo el planeta.
“El mundo necesita un renacimiento en el descubrimiento de la biodiversidad, y muy rápido, antes de que algunas de estas especies se extingan”, concluye el científico
Aunque en 1946 el biólogo evolutivo y ornitólogo alemán Ernst Walter Mayr anunció que el periodo de descubrimientos llegaba casi a su fin y que probablemente no quedaban más de 100 nuevas aves por encontrarse, el siglo XXI ha conocido un cierto repunte en la descripción de aves y en los últimos 20 años se han hallado unas 161, sobre todo en Sudamérica (Andes y Amazonía).
Pero lo que sorprende del nuevo descubrimiento es el gran número de especies y subespecies. Desde el hallazgo entre 1817 y 1835 de unas 40 especies de aves nuevas para la ciencia en las expediciones del explorador y naturalista austríaco Johann Natterer en Brasil, no se había vuelto a hallar un número tan elevado de pájaros en una zona geográfica tan limitada como ha sucedido en la expedición de Rheindt.
Las nuevas especies (Myzomela wahe, Phylloscopus suaramerdu, Phylloscopus emilsalimi, Locustella portenta y Rhipidura habibiei) y subespecies descubiertas (Ficedula hyperythra betinabiru, Turdus poliocephalus sukahujan, Cyornis omissus omississimus, Phyllergates cucullatus sulanus y Phyllergates cucullatus relictus) pertenecen a áreas de montaña y se sitúan lejos de las aldeas. Pero su hábitat ha sufrido alteraciones a pesar de todo por la deforestación y los incendios.
El estudio es, según sus autores, un paso necesario hacia la conservación de especies, sobre todo en aquellas zonas poco conocidas. Sin embargo, para conservar la biodiversidad, Rheindt explica que se debe saber dónde está para salvar al mayor número de especies endémicas.
“El mundo necesita un renacimiento en el descubrimiento de la biodiversidad, y uno muy rápido, antes de que algunas de estas especies se extingan”, concluye el científico.
Con información de Agencia SINC / Imagen: Shutterstock
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