Xavier Dolan, “el infante terrible” y su brillante filmografía
«El infante terrible» es el epíteto que ha caracterizado al cineasta y actor Xavier Dolan desde su aparición, hace 10 años, con la cinta independiente ‘J’ai tué ma mère’. Es uno de los realizadores más jóvenes actualmente laborando en la industria cinematográfica y, en conmemoración a su cumpleaños número 30, he aquí un recuento de su brillante filmografía.
J’ai tué ma mère (2009)
Xavier Dolan nació el 20 de marzo de 1989 en Montreal, Quebec, Canadá. A los 17 años comenzó a escribir lo que se convertiría en su primer proyecto cinematográfico a gran escala, y que lo llevaría al Festival de Cannes, donde ganó tres de cuatro nominaciones. Se trata de J’ai tué ma mère, cinta escrita, dirigida, producida y protagonizada por el canadiense.
La ópera prima de Dolan opta por una sustancia de empatía, donde la audiencia deja de lado la arrogancia de Hubert, el protagonista, y la incredulidad de la madre, para permitirle a la audiencia adentrarse en una narrativa poética a través de la imagen, apoyada por una selección musical muy peculiar para conformar el soundtrack.
Los planos cerrados nos dan una aproximación hacia los sentimientos de Hubert, quien se siente solo, encerrado y no consigue la forma de establecer una buena comunicación en su hogar.
Dolan ha admitido, en reiteradas ocasiones, su afición por el cine del francés Jean-Luc Godard, con quien compartiría el Premio del Jurado en la edición del 2014 del Festival de Cannes. Desde su primera cinta, el realizador canadiense ha incluido diversos homenajes hacia la icónica cinta del director francés, Pierrot le fou (1965), y más tarde continuaría en Tom à la ferme (2013).
Adicionalmente, este filme nos revela parte de sus elencos en películas próximas, como es el caso de la mencionada Anne Dorval, así como Suzanne Clément y Niels Schneider.
Les amours imaginaires (2010)
Al año siguiente, en 2010, Dolan rectifica su estilo como intenso, romántico y espléndido. Esta película abarca la historia de tres amigos cercanos que se involucran en un triángulo amoroso.
Les amours imaginaires, indudablemente, refiere a una evolución del estilo de Dolan. No solo en su estilo cinematográfico, sino en la construcción de una nueva y peculiar forma de contar historias. Dolan insiste en capturar a sus personajes en un nivel de intimidad casi invasivo.
Al comienzo y a lo largo del filme, a la par de la historia central, se incluyen testimonios de otras personas en cuanto a sus rupturas amorosas. Xavier Dolan acierta con imágenes claves, que evocan de inicio a fin, lo que supone un intenso romance inconcluso.
Es una película que no solo trata del amor, sino de la amistad, y cuán fuerte puede ser un vínculo entre dos individuos como para terminar enamorados de la misma persona. Entabla una conversación entre las prioridades, los infortunios y lo inevitable, de cómo se aprende de lo que se vive y cómo se avanza a partir de situaciones dolorosas.
Laurence Anyways (2012)
Para su siguiente película, estrenada en 2012, Xavier Dolan se retira del rol protagónico e introduce al actor Melvil Poupaud, en el papel de Laurence Alia. La historia se centra en los diez años de relación de una pareja en la que, el hombre, descubre que es transgénero.
El filme consiste en un grito de libertad, en la evolución de una sociedad que se construye desde la raíz del núcleo familiar. Busca desprenderse de cualquier paradigma errado y pretende cambiarlo, fundamentándose en lo único que es capaz de prevalecer aún con el transcurrir del tiempo: el amor.
Tom à la ferme (2013)
Llega 2013 y Xavier Dolan regresa a la gran pantalla, enfrentándola con uno de los personajes más complejos que ha encarnado en toda su carrera. Con un guion escrito por él, pero basado fundamentalmente en el gran trabajo de Michel Marc Bouchard, el argumento de la película se centra en Tom, un joven que acaba de perder a su pareja tras una larga enfermedad. El problema radica en que Tom se dirige a dar el pésame a los familiares de quien fue su novio, Guillaume, y estos no tenían idea de su orientación sexual.
Sin embargo, Tom desarrolla una relación de codependencia con Francis, el hermano de su recién fallecida pareja, y termina involucrándose en una situación muy propia del síndrome de Estocolmo, donde la víctima comienza a sentirse atraída hacia su captor.
Francis ve en Tom el recuerdo constante de la sexualidad de su hermano, su pérdida, y asimismo, lo que él mismo reprime en su interior.
El filme se centra en la autodestrucción de Tom tras la muerte de Guillaume. Desde el momento en que llega al pueblo hasta que decide quedarse, cada panorama implica un recuerdo constante de alguien que ya no está, y de todo cuanto se había perdido en vida.
Es una historia que transcurre más allá de ser un thriller psicológico, pues esta implica una exploración contemplativa de los deseos más oscuros que una persona puede tener, el miedo a quedarse solo, la muerte y demás temáticas que quedan bastante claras a la primera visualización de la película.
Mommy (2014)
Mommy es considerada la mejor película del director canadiense y, es sin duda, la más exitosa hasta el momento en toda su carrera cinematográfica. Se trata de un proyecto que reafirma nuevamente el estilo del infante terrible en su máximo esplendor, tomando elementos visuales, musicales y narrativos, en un drama cuyos personajes están tan bien construidos, que bien los espectadores pueden verse reflejados en ellos durante poco más de dos horas de filme. Esta joya nos deja una de las imágenes más icónicas de expresiones de libertad en el cine de autor de los últimos años.
El argumento se centra en Canadá, donde se promueve la «Ley 14 S», que permite que los padres con hijos pequeños o adolescentes con problemas de conducta, puedan dejarlos a cargo total de un hospital psiquiátrico, y así asegurar a la sociedad de estos desvaríos. En el año 2014, la película llegó a la sección principal de la competición del Festival de Cannes, donde recibió el Premio del Jurado. Asimismo, fue la encargada de representar a Canadá en los Premios Oscar del 2015, como mejor película extranjera.
Anne Dorval regresa al cine de Dolan con un rol protagónico, esta vez interpretando a Diane, la madre viuda de Steve, un joven con problemas de hiperactividad y agresividad. Dada la conducta de Steve, Diane se ve en posición de llevarlo a vivir consigo nuevamente, pero su relación no consigue el cauce que ambos esperaban. A su vez, se presenta una tercera figura, una contraparte de Diane, si así se quiere, pues se trata de una mujer totalmente adversa a todo lo que la madre del chico representa.
Si Diane es audaz, sensual e impulsiva, Kyla (magistralmente interpretada por Suzanne Clément), es tartamuda, tranquila y racional. Kyla, por su parte, parece ser el equilibrio entre ambas mujeres, resultando, en una amena relación que se convertiría en lo más cercano que tendría Steve como familia.
Juste la fin du monde (2016)
En 2016, Dolan contaba con 27 años y 6 películas realizadas, en las cuales, la gran mayoría representaba historias escritas por él. Para este proyecto, que se pensaba casi a la par de The Death and Life of John F. Donovan, el cineasta canadiense decidió optar por un texto del dramaturgo Jean-Luc Lagarce, enfocado en las turbias relaciones familiares.
El filme evoca un estilo de teatralidad, lo cual, algunos refieren a un acierto, mientras que otros, un giro demasiado radical en el estilo del artista. La narrativa se construye sobre la base de personajes, quienes dentro de su ser intrínseco, invitan al espectador a sus vidas, y permiten comprender el porqué de lo asfixiante y claustrofóbico que significa para cada uno de ellos el encuentro familiar.
La trama principal se basa en que un famoso escritor, regresa a casa tras 12 años de no haber visitado a su familia, solo para advertirles que morirá pronto. La sensibilidad de los personajes se destaca por medio de planos cerrados, que nos permiten observar muy de cerca cómo cada uno de los integrantes de la familia, lidia con este vacío que implica la pérdida de un ser querido, incluso antes de que la muerte ocurra.
Gracias al éxito de sus películas previas, Dolan contó con el apoyo y la participación de actores de renombre para este proyecto, como fue el caso de Gaspar Ulliel, Léa Seydoux, Vincent Cassel, Nathalie Baye y Marion Cotillard.
The Death and Life of John F. Donovan (2019)
Xavier Dolan es conocido por ser un excéntrico, un arriesgado y por no temer a las críticas, siempre y cuando él esté satisfecho con su trabajo. En el caso de The Death and Life of John F. Donovan, el cineasta contó con la participación de un extraordinario elenco de actores de habla anglosajona, lo cual, le permitió expandirse y explorar nuevas fronteras, además de contar una historia que había estado desarrollando desde tiempos de Mommy.
La séptima película del director canadiense, sin duda, es una aventura de autoexploración llevada a la gran pantalla. En ella se desarrolla una relación epistolar de amistad, entre un niño de 11 años y su actor favorito, John F. Donovan. A pesar de la brecha generacional que separa a ambos personajes, estos entablan una amistad que significa mucho para Rupert, aun con su corta edad.
En reiteradas oportunidades, Xavier Dolan ha contado uno de sus recuerdos más anecdóticos de cuando era un joven actor. El cineasta confesó, tanto en su cuenta personal de Instagram, como en su discurso en el Festival de Cine Internacional de Toronto, que a la edad de 8 años decidió escribirle una carta al galardonado actor Leonardo DiCaprio, expresándole tanto su admiración, como su deseo de dedicar su vida al cine en años próximos. Desde esta perspectiva personal, Dolan traduce sus sueños y ambiciones en la premisa de que, efectivamente, el cine y el arte pueden salvar vidas.
Ver representado en el cine a un niño sensible, insatisfecho, que cambia totalmente el paradigma y, más bien, rompe los esquemas del infante «normal» y «heterosexual», este se centra en la búsqueda de su personalidad, más allá de las presiones sociales que implique su entorno.
Se trata, entonces, de un viaje a las emociones de todos aquellos que viven a través de las pasiones, y cómo, momentos icónicos en la vida resultan tan fundamentales para la construcción del futuro.
Con información de: indiewire / imdb / imdb / habitacion101 / proyectorfantasma | Foto: Shutterstock
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