Opinión: Los ‘NO’ de las personas nunca cambian los ‘SÍ’ de Dios
Por Christopher Barquero | Life Coach @ChrisBarquero |
Durante un viaje reciente a mi tierra, me percaté de que aunque en los últimos años de vida he trabajado en sanar muchas situaciones y tratar de vivir vacío de resentimientos, miedos, temores, odios, angustias y demás, todavía existen muchas áreas por resolver —lo cual estoy convencido es normal, ya que no dejaremos de aprender y crecer hasta el día que nuestra alma abandone este traje llamado cuerpo.
Encontré que debo sanar un porcentaje de resentimiento en mí por todos aquellos “No” que he recibido a lo largo de mi trayectoria profesional, en relación a lo que en algún momento eran tan solo sueños, anhelos de mi corazón. Sin embargo, comprendí que, a pesar de que fui bastante acomplejado, inseguro, con baja autoestima, con un gran sentimiento de inseguridad, introvertido y demás, siempre, por encima de todo eso, elegí escuchar mi GPS interno, confiar y luchar contra viento y marea por mis deseos. Aprendiendo a ser paciente y constante, persistiendo a todos los huracanes, vientos, temblores y opiniones que se puedan generar. Muy poco me ha importado las veces que me han dicho que no. Bien dijo Walter Bagehot: “el placer más grande en la vida es hacer lo que la gente dice que no puedes hacer”. Claro, esto en el buen sentido de la palabra y no como revancha contra nadie.
De este modo surgió la fuerza que he necesitado para luchar y salir adelante y si miro atrás me asombro de cómo la vida, Dios, la fuerza, el universo, la energía, el ser supremo o como quieras llamarle, ha obrado en mí tantas bendiciones y siempre, pase lo que pase, me ha dado lo que he deseado o mucho más, porque la verdad siempre se me sorprende con caminos y puertas que yo ni imaginaba se abrirían para mí.
Definitivamente, me he encontrado con muchos “NO” en mi vida, muchas veces personas que no daban por este servidor ni un dólar, que no creyeron en mí -y no tenían por qué hacerlo—, pero yo siempre le he hecho caso omiso y me he dejado llevar por mi instinto. Como bien dicen: “cuando debas elegir entre varios caminos, elige el camino del corazón… quien elige este camino nunca se equivoca”. Me consta.
Muchas veces lo que los demás nos dicen, por más buena intención que tengan, por muy consejo que ellos sientan que es, no es lo que necesariamente debe suceder. Solo tú conoces los anhelos de tu corazón y solo tú encontrarás las vías para llegar a hacerlos realidad. Si de verdad brotan de tu corazón, es por algo. Mucha gente se dedica a decirnos qué podemos y qué no podemos hacer o llegar a ser. Algunas veces esto es bueno, porque por ejemplo, si yo hubiera querido dedicarme a la cantada y alguien hubiera dicho que eso no es lo mío, simplemente me hubiera estado haciendo ver que lo afinado no es lo mío. Pero hay momentos en lo que las personas, por envidia, desconocimiento o simplemente porque no piensan lo que dicen o porque vibran en negativo y ese es su modo de vida, hacen comentarios que, si les damos el poder y bienvenida a nuestra mente, pueden retrasar el plan de Dios en nuestras vidas, ya que en vez de empoderarnos, nos limitan a pensar que no podemos y si pensamos que no podemos tenemos razón: no vamos a poder. Si pensamos que podemos, tenemos razón: vamos a poder. Todo es actitud y elección.
Quizás no podemos prevenir recibir comentarios negativos, pero si podemos escoger removerlos de nuestra vida, no aceptarlos, no darles cabida.
Muchos han tenido que enfrentar “No” antes de recibir un sí. Por ejemplo, a Walt Disney, de muy joven su maestro de arte le dijo que él no era una persona creativa, que no tenía imaginación. Pero Disney, de una manera inteligente no le dio poder a esos comentarios y se dejó llevar por lo que él sentía.
El profesor de Thomas Edison le dijo que “era demasiado estúpido para aprender alguna cosa”. Edison se hizo famoso, entre otras cosas, por inventar la bombilla eléctrica. Harland David Sanders, el famoso “coronel” de KFC, no conseguía vender su pollo. Más de 1000 restaurantes le dijeron sin compasión que “NO”. Pero llegó el momento en que uno no lo hizo, y es por eso que actualmente encontramos al coronel Sanders como imagen de los KFC esparcidos por todo el mundo.
Siguiendo con los “No” a los que se tuvieron que enfrentarse algunos famosos, el primer contrato que Marilyn Monroe tuvo con Columbia Pictures terminó porque le dijeron que “No” era ni suficientemente bonita ni tenía el talento adecuado para ser actriz. Ella insistió y se convirtió en una de las actrices más emblemáticas y una sex symbol de todos los tiempos. A Oprah Winfrey la despidieron cuando era reportera de televisión porque le dijeron que “No” reunía las condiciones para estar en pantalla y llegó a convertirse en la reina de la televisión con sus programas. Además, es multimillonaria.
La primera vez que Jerry Seinfeld subió a un escenario fue abucheado por la multitud. Poco a poco y gracias a dejarse llevar por su corazón e insistir, se convirtió en uno de los cómicos más famosos, con una de las comedias más queridas. ¿Qué tal Lucillle Ball? Le dijeron que ella no tenía las cualidades necesarias para ser una actriz, que mejor tratara otra profesión. Ella siguió su camino y llegó a ser un ícono de Hollywood.
Para cerrar estos ejemplos, Winston Churchill frecuentemente fue castigado y sus notas se contaron siempre entre las peores y le decían que él no era lo suficientemente inteligente. Aún así, a la edad de 62 años llegó convertirse en uno de los primeros ministros Británicos más destacados de la historia. Lo que además nos deja claro es que nunca es tarde cuando confiamos, todo llega, todo a su tiempo.
El común denominador en estas personas es que desecharon de sus vidas aquellos comentarios negativos, piedras o montañas que se les presentaron en sus caminos y lo que sí escucharon fue su voz interna, ese algo que les decía, “eso es para ti”, y fueron por ello. Tuvieron claro que los “No” de las personas nunca cambian los “Sí” de Dios.
En carne propia, he sabido lo que es recibir muchos “NO” en mi vida, de hecho, duré 9 años antes de lograr llegar al noticiero estelar en aquel entonces en mi país, pero insistí, me dejé llevar por mi corazón y no por las humillaciones, rechazos, burlas o “No” de los demás. Así que también puedo dar testimonio, sin afán religioso, de que cuando Dios ha depositado un anhelo en tu corazón es para concedértelo. Si lo que deseas realmente, si es algo que desde temprana edad anhelas, créeme que no está ahí solo para inquietarte y hacerte soñar. Desde pequeño, me encantaba jugar a que hacía y conducía programas de televisión y aunque en esta profesión -sin criticar, porque cada quien tiene sus herramientas en la vida para llegar a obtener lo que desea, muchas personas lo logran negociando debajo de las sábanas o por sus atributos físicos—, me queda claro que todas las bendiciones que Dios me ha dado, como la de ser un extranjero ocupando un lugar en una de las empresas de televisión hispana más destacada como lo es Televisa y ser colaborador de CNN, se ha materializado porque a pesar de TODOS lo que ha estado en mi contra o no han creído ni creen en mí, por encima de eso SIEMPRE he confiado, he tenido fe en lo que he deseado y por eso las puertas se han abierto en lugares en los que nunca imaginé, superando las expectativas que tenía para mis sueños y haciéndolos realidad.
Como bien dijo William Ellery: “las dificultades están destinadas a despertarnos, no desalentarnos. El espíritu humano crece a través del conflicto”.
Entendiendo, además, que todo tiene un tiempo, un lugar y un momento debajo del cielo, pero si realmente lo deseamos, si no es un capricho o un sueño simplemente por querer andar comparándonos o superando a los demás: llega. Por eso, todavía sigo soñando. A pesar de los “NO” se presentan en mi vida, tengo la plena seguridad de que en su momento todo se dará, de que si no ha sido ahora es porque no es el tiempo y la vida me está preparando para lo que deseo o algo mejor, como ha sido siempre. Evito frustrarme y tomarme de manera personal los “NO” que llegan a mi vida, más bien sigo adelante, suelto y fluyo para recibir.
Así que elige muy bien los mensajes que dejas alimenten tu vida, ya sean de los demás o los propios, los pensamientos, las palabras y las emociones que surgen de estos, puesto que de ellos y de tu lucha, dependerá en gran parte que los “NO” se conviertan en “Sí”.
Cuando te digan que no puedes, contesta: “siéntate y observa cómo lo hago”.
Y recuerda: ¡Sonríe, agradece y abraza tu vida!
Sobre todo: ¡a Vivir, gente! VIVIR.
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