‘Vive cada momento con intensidad’ por Daniel Mota
Así lo ve Mota |
Para los que viven cada estación, y para aquellos que necesitan hacerlo.
Empecemos por aclarar que cada momento vivido al transcurrir de nuestras vidas, es único y estático. Ningún reloj por más valioso que sea, o el tiempo más longevo del mundo perdona. Todo momento se hizo para vivirlo tal cual llega, con lagrimas, risas, nostalgias, alegrías o quizás ninguna de las anteriores, sino observando el jardín del lado trasero de tu hogar de manera pensante.
La vida es un tren que hace parada en varias estaciones, y cada estación es un momento reto que hay que vivir, sin opción a decidir. Sabemos que hay momentos amargos o esos que queremos congelar para siempre estar en plena felicidad; no siempre todo será alegría o lágrimas; propicio citar el famoso dicho: ¨No hay mal que dure cien años¨. Como la gran especie de carne y huesos que somos vamos acumulando momentos que hayamos y en espera de aquellos que están por venir.
Sabemos que es difícil pensar que podemos vivir intensamente la pérdida de un ser querido, un mal paso que dimos, un fracaso amoroso. Sin embargo todos esos momentos pertenecen a este mágico paseo llamado vida, son importantes para nuestro crecimiento espiritual, no se trata de reír cuando estemos en situaciones difíciles, sino de enfrentarlas y vivir lo que tengamos que vivir, es ley de vida y nadie puede cambiarlo. Lo que pasó es lo único que puedo haber sucedido. Qué mi trabajo anterior era estupendo!, Qué la novia que tenía sí que me entendía!, Cómo extraño donde vivía!, son pensamientos que se nos suelen venir a la mente cuando ya hemos pasado por esos momentos; es ahí donde debemos de detenernos y pensar que fueron experiencias ya pasadas y que las vivimos como creímos convenientes vivirlas. Recordar es saludable, más aferrarse a los recuerdos no lo es tanto.
En éste inmenso espacio llamado mundo pasaremos por momentos amargos, donde lloraremos profundamente, y es necesario llorar, llorar cuando sea necesario y drenar dolores del alma. Servirán para cerrar siclos. De igual manera pasaremos por momentos gozosos que siempre van hacer bien recibidos. Lo importante es entender que cuando nos toque llorar, lloremos, y cuando nos toque ser felices, lo seamos. Se trata de aceptar con madurez lo que nos toca como seres humanos vivir, aceptar este contrato de vida y no menospreciar ninguna de sus cláusulas por muy duras que parezcan.
La intensidad de cómo vivas el momento, dependerá de tu capacidad de entender que todo lo que pasa, es lo único que pudo haber pasado. Vive, vive intensamente tu familia, tus amigos y todos aquellos momentos que estás a punto de hallar.
Y recuerda siempre combinar el llanto con dosis de reflexión y evolución.
Daniel Mota | TW @UnTalMota | IG @UnTalMota
Foto: Hombre saltando la montaña en bicicleta Shutterstock
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