Octubre 22, 2018

Venezuela, crisis humanitaria en las sombras (por @WorldVisionLAC)

Venezuela, crisis humanitaria en las sombras (por @WorldVisionLAC)

El éxodo masivo de personas desde Venezuela es considerado en la actualidad la mayor crisis humanitaria en el globo, mayor incluso que la crisis que afrontan Siria y Yemen. Se estima que más de dos millones de venezolanos han abandonado su país, en busca de mejores condiciones de vida.

A pesar de sus dimensiones, y de la prolongada inestabilidad que erosiona a la que fue una de las naciones más ricas de las Américas, la crisis humanitaria venezolana crece bajo las sombras, con poca atención de los organismos internacionales, y sin convertirse aún en tema de discusión en las capitales globales.

Quienes migran dejan atrás, además de su casa y la tierra que los vio nacer, los sueños, estudios interrumpidos, el patrimonio arrasado por la rampante violencia, y en muchos casos, la familia. El desmembramiento familiar, precisamente, es una de las más dolorosas secuelas que las migraciones dejan a los expatriados.

Las rutas de los migrantes venezolanos cruzan Ecuador –un punto considerado por quienes salen como vía de paso-, Brasil, Colombia y Perú. World Vision, que tiene presencia en 14 países de la región ha detectado además trazas de esta marea humana en lugares tan distantes como Chile y Costa Rica. Frente a esta situación, y ante un escenario de proporciones gigantes, la organización ha desplegado  una respuesta humanitaria tri-nacional, desde Colombia, Ecuador y Brasil más Perú, cimentada en asocios para hacer frente al masivo desafío de recibir y atender con dignidad y amor a millares de venezolanos, y en especial a sus niños y niñas.

En Cúcuta, Colombia, estado limítrofe con Venezuela, el puente internacional que une a ambas naciones recibe diariamente  a más de 5.000 personas que caminan días con niñas y niños a cuestas en busca de alimento, medicinas y trabajo. En esa comunidad, y junto con las autoridades colombianas, desarrollamos una intensa campaña de vacunación contra la sarampión, previniendo que los migrantes se conviertan en un vector infeccioso.

Asimismo, WV Colombia implementó el proyecto Esperanza sin fronteras, una iniciativa orientada a atender a los migrantes venezolanos, poblaciones indígenas y comunidades de acogida, promoviendo la protección de la niñez, la seguridad alimentaria y nutrición, el mejoramiento de los medios de vida para las familias afectadas y la transformación de las Instituciones educativas en espacios protectores para la niñez. En este esfuerzo, el trabajo con iglesias y organizaciones de base de fe a nivel comunitario ha sido esencial para ampliar el alcance.

Perú, por su parte, estima que ha recibido 694.000 venezolanos, de los cuales más de 450.000 permanecen en el país y con un promedio de 12% con posibilidades de insertarse en el mercado laboral formal. Ante este panorama, WV concentra su labor en la comunidad limítrofe Tumbes, donde fue creado el Centro de Atención Binacional en Frontera (CEBAF), un esfuerzo multisectorial en el que el gobierno peruano, junto con otras ONGs procuran recibir y atender a los más de 2000 migrantes que diariamente cruzan la línea limítrofe.

En una primera etapa, WV Perú brindará refugio, y dentro de estos, espacios seguros para la niñez, al tiempo que trabaja mano a mano con la población sensibilizando en torno a la xenofobia y el bullying. En resguardo de los infantes, también se promueve la lactancia, vacunación y otros servicios básicos de salud. Sociedad civil y gobiernos, de la mano, podemos hacer la diferencia.

Ante la falta de medios de subsistencia y la miseria que amenaza a las familias migrantes, WV Ecuador ha articulado su atención alrededor de transferencias económicas mediante la entrega de cupones a jefes de familia canjeables por alimentos, medicamentos y productos de higiene. Además, en asocio con otras organizaciones locales promueve el desarrollo de proyectos productivos que las familias migrantes generen ingresos para su autosostenimiento.

Desde Brasil, la instalación de espacios seguros para la niñez en albergues ha permitido la atención de miles de niños y niñas entre los 3 y 12 años. Asimismo, las familias reciben un kit con insumos básicos a su llegada.

La atención de los millares de venezolanos expulsados por la inestabilidad de su país requiere de la articulación de gobiernos, empresas, sociedad civil, iglesias y la comunidad internacional. Nuestro humilde llamado es Necesitamos a Todo el Mundo. Sin el concurso activo de los distintos sectores no seremos capaces de auxiliar prioritariamente a familias con niños pequeños y adolescentes. Los espacios amigables y seguros para la niñez, una contribución de World Vision en el marco de emergencias humanitarias son una prioridad para resguardar la integridad física y emocional de los niños y niñas.

Allí, el equipo asegura que los niños y niñas reciban atención psicosocial pertinente para procesar la extenuación física y emocional que deviene de caminatas o viajes en bus interminables para salir de su país. El espacio amigable permite también a los niños, niñas y adolescentes ser precisamente lo que son: niños. Allí son alimentados, cantan, pintan, reciben atención para mitigar la desintegración forzada de las unidades familiares y resguardarlos de predadores sexuales y redes de trata que amenazan a estas poblaciones particularmente vulnerables.

Un elemento central de la respuesta que llamamos a articular es la sensibilización, con el fin de evitar a toda costa brotes xenofóbicos y promover la solidaridad de las poblaciones anfitrionas y la resiliencia de quienes buscan mejores condiciones.

Quienes vivimos en la seguridad y estabilidad de nuestros países, necesitamos reconocer que la migración es un doloroso proceso de desarraigo, la renuncia al proyecto de vida y la entrada en territorios desconocidos y en muchos casos peligrosos, llenos estructuras informales y criminales que explotan y abusan de los viajeros haciéndoles ofertas y promesas falsas.

La indiferencia ante esta realidad no es opción. Le invitamos a ser parte de este movimiento. Por favor contacte a su oficina local de World Vision.

Foto: ShutterStock

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