‘Us’, el thriller psicológico de Jordan Peele que consolida su propio estilo dentro del género del suspense

‘Us’ es la nueva película escrita, dirigida y producida por el cineasta norteamericano Jordan Peele. No solo es brutalmente absorbente y escalofriante, sino que ofrece una innovadora visión del cine de terror, consolidando este thriller como único en su género.

Sinopsis de Us

Después de su exitoso debut con Get Out, Jordan Peele realiza un extraordinario regreso a la gran pantalla, con un filme cuya categoría no solo trasciende de las expectativas de la audiencia, sino que nos demuestra que el cineasta apenas comienza lo que promete ser una muy interesante filmografía.

El argumento de la película se centra en cómo la serenidad de una familia, que se encuentra de vacaciones en su casa de verano, se ve interrumpida por un caos cuando un grupo de doppelgängers (doble sobrenatural o fantasmagórico de una persona viva) comienza a aterrorizarlos.

Us (o en español Nosotros) se concibe como un thriller psicológico que bien podría plasmar el argumento de una pesadilla. Esta premisa onírica, está apoyada por interpretaciones magistrales en la gran pantalla, una banda sonora capaz de acelerar las palpitaciones cardíacas, y una cinematografía tan extraordinaria que es incapaz descartarla como una de las piezas audiovisuales mejor hechas en lo que va del año 2019.

La cinta representa un altísimo logro desde la trama hasta el trasfondo social. Si en su ópera prima señaló sin eufemismos a la sociedad racista norteamericana, en Us el director invita a la audiencia a verse a sí misma en un metafórico espejo.

A diferencia de Get Out -donde a pesar de ser, en esencia, un thriller psicológico-, y el guion estaba construido en forma de sátira, lo cual aligeraba la carga emocional que proporciona el terror; Us nos atrapa desde el inicio con una escalofriante secuencia, una intriga constante y una impresión a través de los detalles, las rutinas y las particulares expresiones que conforman la personalidad de cada miembro de la familia.

Lupita Nyong’o, el nuevo rostro del terror 

No hay lugar para discusiones. La magistral interpretación de Nyong’o la sitúa como la mejor actuación de su carrera. No solo logra encarnar el miedo en su más pura y auténtica expresión, desde la posición de una madre que busca protegerse a ella y a su familia, sino porque también tuvo la tarea de dar vida a su álter ego. Ambos performances, indudablemente, son tan excepcionales como la película en sí misma. 

El hecho de concebir a una mujer afroamericana como la protagonista de esta historia, nos revela la intención de escribir desde la visión matriarcal, por parte de una nueva generación de directores, como es el caso de Peele.

Nyong’o es tan brillante en el personaje de Adelaide, como en el de ella misma en el rol de antagonista. La reiteración de gestos, expresiones y movimientos por parte de ambas partes, no solo humanizan la cualidad de los personajes, sino que nos sugieren paulatinamente, y de a trozos pequeños, bocados de lo que se convertirá en uno de los mejores “plot twists” en el cine de los últimos años.

El uso de las sombras como recurso argumentativo

Las sombras son parte esencial del filme. No solo por lo que representan en los personajes de los doppelgängers -quienes se refieren a sí mismos como “los atados”-, sino por el trasfondo psicológico que esta significa.

Gracias a la maravillosa dirección de fotografía de la película, observamos planos cargados de simbolismos, contraplanos soberbios y un excelente uso de las sombras como recurso dramático.

“Los atados” representan al lado opuesto, en todo sentido, de los personajes que conforman a la familia principal. No solo por tratarse de una versión oscura y siniestra de ellos, sino porque reflejan las mismas habilidades, pero en cuerpos que aparentemente solo obedecen a instintos primitivos.

Podemos encontrar sombras a lo largo del filme, puestas con el fin único de asegurarnos que los otros están cerca.

La magnífica banda sonora que alude al estilo de Alfred Hitchcock

El maestro del suspense, Alfred Hitchcock, caracterizó su trabajo por el empleo de música como recurso narrativo. Por medio de piezas musicales, de la mano de su compositor Bernard Herrmann, Psycho (1960) se convirtió en una de las cintas más icónicas en la historia del séptimo arte.

Peele busca crear el mismo efecto en sus filmes. El compositor Michael Abels recrea la tensión de la cinta a través de instrumentos de cuerda y percusión, que simulan los gritos y alaridos en la atmósfera de la película.

Los conejos, ¿qué significan?

Una de las curiosidades más resaltantes en la cinta, es la presencia de conejos enjaulados al inicio, acompañando a los créditos de entrada.

Los roedores en general, pero particularmente los conejos, están asociados a los instintos más primitivos, crueles, violentos y oscuros de la mente humana. Reflejan la maldad oculta, el ser despiadado, e incluso el fin de los tiempos. Un claro ejemplo de ello lo encontramos con el personaje de la cinta Donnie Darko, donde nos encontramos con un conejo llamado Frank, quien representa los dominios más abyectos e instintivamente maliciosos de la mente humana.

¿Qué es lo que Jordan Peele quiere decir con todo esto?

Influenciado por la psicología analítica o junguiana, a través del empleo de sombras y la individualización; la mitología germánica por medio de los doppelgängers; y convencido de mantenerse firme a sus principios y a su idiosincrasia, Jordan Peele se consolida en el marco de una nueva generación del cine de terror.

El director no se conforma con superficialidades, screamers o con dejarle la magia del género a la postproducción; el realizador se adentra en el proceso creativo de tal manera que a través de sencillos movimientos de cámara, contraplanos bien elaborados entre un personaje y otro, la concepción de una idea arriesgada y transgresora; y por último, pero fundamental para la comprensión del estilo del cineasta, la capacidad de causar una impresión indeleble en el espectador. 

La historia de la mano de Peele no solo refleja a una familia afroamericana, sino que descompone minuciosa y detalladamente los arquetipos contra quienes lucha en su vida cotidiana.

La película busca provocarnos, incomodarnos y llenarnos de dudas insaciables que se resuelven tan solo si damos paso a la verdad; a percatarnos de que en nosotros mismos se encuentran las razones de nuestra propia decadencia.

Por ello y por la capacidad de fusionar el terror, el misterio y el humor, Jordan Peele ha hecho una cinta que lo sitúa como un director que apenas comienza a darse a conocer, y cuyos filmes por el contrario de ser sencillos y digeribles, se convertirán en verdaderas joyas dentro del séptimo arte. 

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