Una breve historia de la capa negra que le pusieron a Messi tras ganar el Mundial
Poco antes de que Lionel Messi subiera al escenario para levantar el trofeo de la Copa del Mundo, el emir catarí Sheikh Tamim bin Hamad Al Thani puso un manto negro, llamado “bisht”, sobre los hombros del astro argentino.
Las imágenes de Messi envuelto en una tela negra, que podría haberse interpretado como que ocultaba su camiseta nacional, causaron confusión en todo el mundo. Muchos aficionados se preguntaron por qué estaba envuelto en una capa árabe, y algunos sugirieron que “arruinaba un momento icónico”.
¿Qué es el bisht? ¿Y cuál es su significado?
Una capa para la eternidad
Como estudiosa de las tradiciones culturales de Oriente Próximo, sé que los orígenes del bisht se remontan al siglo V a. e. c. Inicialmente se utilizaba como abrigo de viaje para proteger la piel de los pastores nómadas y beduinos cuando viajaban por diferentes climas.
La palabra en sí deriva del persa y se traduce literalmente como “a la espalda”. También llamado “aba” en árabe, el bisht es tradicionalmente un largo manto tejido a mano con pelo de camello y piel de cabra. Sus fibras se elaboraban específicamente para los duros climas del desierto, tanto fríos como cálidos.
El proceso de hilado y tejido de la tela, normalmente negra, marrón, beige o gris, la hace muy transpirable.
Con el tiempo, los sastres empezaron a añadir a la tela adornos especiales, como oro o plata hilados a mano. El ribete, llamado “zari”, se elaboraba mezclando metales finos con seda para darle un brillo duradero. El zari se añadía a las partes exteriores para distinguir los mantos de viaje de los que iban a ser usados por dignatarios o en ocasiones especiales.
En la época del profeta Mahoma, en el siglo VI, los soldados y generales que actuaban bien eran envueltos con un bisht después de la batalla en las conquistas del imperio persa y, más tarde, del árabe. Cuanto más transparente era la tela y más adornado el adorno, mayor era el honor. En países como los Emiratos Árabes Unidos y Catar, que se formaron a principios del siglo XX, la realeza y los políticos, denominados Al Malaki, vestían con frecuencia los bisht más ornamentados.
La cultura y el significado del estilo
Hoy en día, existen muchos tipos y niveles del bisht, cuyo precio oscila entre unos cientos y unos cientos de miles de dólares. Aunque la invención de la máquina de coser facilitó la producción en serie de estos mantos, la realeza, los dignatarios y los jeques sólo visten bisht hechos a mano, tejidos y recortados.
Al igual que la moda y la ropa exterior en todo el mundo, las prendas de Oriente Próximo como el bisht o las tradicionales túnicas blancas que llevan muchos árabes del Golfo Pérsico, llamadas “dish dasha”, son un símbolo de estatus.
Para los qataríes, envolver a Messi, la estrella de la Copa Mundial, con su indumentaria más honorífica fue una oportunidad de compartir su cultura –y la importancia geopolítica de los partidos de la Copa Mundial– con el mundo.
Pardis Mahdavi, Provost and Executive Vice President, The University of Montana
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.
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