Un sacerdote italiano, escapó de la Iglesia para casarse con su novio

Giuliano Costalunga, es el nombre del hombre que escandalizó un pequeño pueblo de Italia, tras tomar la decisión de seguir su corazón y casarse con el amor de su vida. “Amo a Dios y amo a mi marido”, dijo públicamente. ¿Cómo se casó? ¿Qué opina la Iglesia? ¿Sigue siendo sacerdote? Aquí te contamos todo.

Un hombre ‘demasiado moderno’ para su pueblo

Giuliano Costalunga, hace sus labores como miembro de la Iglesia, en un pequeño pueblo italiano llamado “Selva di Progno”, ubicado cerca de Verona.  Es tan minúsculo, que tiene únicamente 1.000 habitantes –quienes son bastante ortodoxos-.

Los mecanismos de enseñanza y de predicación de la religión, eran considerados “demasiado modernos” por algunos miembros de la comunidad. Los miembros más jóvenes, se sentían aliviados por el cambio.

Costalunga, siempre se destacó de los demás por su humor, su frescura y su “amor a Dios”. Lo que nadie se imaginó, es que tenía un romance oculto con uno de sus feligreses.

10 años de amor clandestino

Paolo es un miembro de su feligresía. Con el pasar de los años, ambos se unieron como uno. Giuliano confiaba en él como su mano derecha y todos los eventos de la Iglesia eran organizados por ambos. Una amistad envidiable para los más fieles del pueblo.

Lo impensable, era que ambos en realidad, mantenían una relación amorosa.

“Después de 10 años, finalmente se ha realizado mi sueño. Me casé con Paolo, mi amigo y mi amor desde siempre. Amo a Dios y lo amo a él”.

Para poder oficializar su amor, huyó con Paolo a España. Juntos se casaron –y documentaron su boda con un video casero-, y volvieron a Selva di Progno, siendo esposos, pero era un secreto. Se casaron en abril y lo hicieron público en octubre. La feligresía se impactó con la noticia.

¿Un sacerdote puede ser gay?

Pese a que dentro de los preceptos de la religión católica, la homosexualidad no es aceptada, el sacerdote sigue ejerciendo su cargo.

Giuliano, no planea abandonar su cargo puesto que considera que ser gay y tener un esposo, no le impide seguir esparciendo la palabra de Dios. El Obispo de Verona, Giuseppe Zenti, insistió en que “el padre nunca me ha informado querer abandonar los hábitos”.

¿Qué opina la Iglesia?

«Para nuestra Iglesia es un caso sumamente triste. Un antecesor en mi cargo quiso impedir que este padre fuera ordenado. Imagino que había intuido, que para este hombre, no era la mejor elección hacerse cura», aseguró Zenti. Quien afirma haberse arrepentido de darle el hábito años atrás.

La Iglesia no puede hacer nada mientras él no decida abandonar los hábitos. Por los momentos, se encuentra viviendo junto a Paolo en las Islas Canarias:   «Estoy viviendo una experiencia especial. Paolo (su marido) me ha salvado. Me ha hecho una persona mejor, es un ángel que ha cambiado mi vida. Siempre le digo: ‘Amor mío, eres la otra mitad de la manzana'».

 

Con información de: Clarín. ElPaís.