Soslayar la memoria
Por Omar G. Villegas | Crónicas clasemedieras |
Soy de los que evitan guardar recuerdos. Los que permanecen es porque se aferran a mi memoria por razones azarosas más que premeditadas. O porque esas experiencias tuvieron un impacto descomunal. Pero con el tiempo su efecto se va atenuando y no me interesa atizarlo.
Acaso una que otra vez he hecho eso de guardar recuerdos pero, eventualmente, el ejercicio será contrario. Hago todo lo posible por desecharlos. Y no tiene que ver con el desapego y la vivencia del presente, consejos recurrentes en la literatura de autoayuda, la psicología positiva o la filosofía del bienestar, sino de un mero acto personal de olvido permanente.
Salvo excepciones (que las hay), mis remembranzas, más que hechos específicos, son sensaciones, emociones, estados de ánimo. Sobre todo estos últimos. Y calan más los angustiosos, melancólicos, tristes que los contrarios. No porque sea un masoquista, que de ello todos tenemos un poco, sino porque ahí es donde la mayoría de las veces se halla el autonocimiento, la experiencia, la sobrevivencia. Cuando algo te lastima difícilmente lo vuelves a hacer a menos de que tengas una inclinación, en gran medida disfuncional, hacia la autodestrucción y el autocastigo.
Caso distinto es el de la historia que recrea el gran relato del devenir humano, algo imprescindible para comprendernos, aunque en ocasiones me pregunto ¿por qué tropezamos tantas veces con la misma piedra si no paramos de revisarnos en la historia? ¿Las personas de todas las épocas tendremos un modus operandi consustancial que no puede ser desterrado? ¿Nuestro lado oscuro es indomable? En fin.
Así que mirar atrás no es de mis actos favoritos. Por eso me intrigan quienes tienen una “memoria fotográfica”, quienes viven recreando instantes, quienes se empeñan en no olvidar. En contar y recontar aquellas experiencias alegres o traumáticas. Que hacen un esfuerzo supremo, o no, de remontarse a lo más temprano posible de su existencia para recrear caras, personas, vivencias. Que guardan objetos que remiten. Yo lo hacía pero eventualmente deseché todo. Me pregunto si recordar los hará felices. ¿Por qué optan por recordar?
Omar G. Villegas | Twitter: @omargvillegas |
Omar G. Villegas (Ciudad de México, 1979). Periodista. Ha ejercido el periodismo cultural y de espectáculos en los diarios Reforma, El Universal, La Crónica de Hoy, El Día y, actualmente, en la cadena Tv Azteca, donde también es guionista. Ha colaborado en revistas como ¡Quién! y DEEP, y en el portal The Huffington Post. Ha publicado narrativa breve en su blog Memorias Consustanciales y ensayos en revistas electrónicas especializadas de México, España y Suramérica como Imágenes del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM. Es profesor de Periodismo en la Universidad Iberoamericana. Autor del libro de relatos breves “El jardín de los delirios” (Textofilia, 2012). Egresado de periodismo de la UNAM. Estudió la maestría en Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Salamanca, España, con beca de la Fundación Carolina, y la maestría en Historia del Arte en la UNAM.
Foto: Hombre pensando / Shutterstock
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