Junio 23, 2019

Reparar injusticias: la ONU ayuda a miles de víctimas de abuso sexual a reconstruir sus vidas

Reparar injusticias: la ONU ayuda a miles de víctimas de abuso sexual a reconstruir sus vidas

“En los viajes a lo largo de los años, he tenido muchos encuentros con mujeres y niñas, hombres y niños asustados por la violencia sexual y por la consecuente estigmatización en sus comunidades”, dijo la jefa de administración de la ONU, Jan Beagle, en su discurso de inauguración del evento. “También me ha inspirado la valentía y resiliencia que tienen los afectados para reconstruir sus vidas”, añadió.

“Las Naciones Unidas tienen la responsabilidad de fijar un estándar global para impedir, responder y erradicar este lastre, y para lidiar con el impacto que genera”, subrayó.

Según los datos más recientes, divulgados el 30 de mayo pasado, en el primer trimestre de 2019 la ONU registró un total de 37 acusaciones de explotación y abuso sexual contra personal de la ONU civil y uniformado de las operaciones de paz, las agencias, los fondos y los programas del sistema. Las imputaciones se están investigando.

Las Naciones Unidas tienen la responsabilidad de fijar un estándar global para impedir, responder y erradicar este lastre.

La ONU define el abuso sexual como “la intrusión física de naturaleza sexual o su amenaza ya sea por la fuerza o por condiciones de inequidad o coercitiva”. La explotación sexual es “cualquier abuso o amenaza de una posición de vulnerabilidad, de poder, o de confianza con fines sexuales para obtener beneficios monetarios, sociales o políticos de la explotación sexual de otra persona”.

Un fondo para reconstruir la dignidad

El Fondo Fiduciario de Apoyo a las Víctimas de Explotación y Abusos Sexuales es una de las muchas iniciativas que la Organización ha adoptado en los últimos años para afrontar dentro del sistema de la ONU esos atropellos contra las personas vulnerables. El propósito del Fondo es financiar la asistencia a las víctimas y a los niños nacidos de la explotación y el abuso sexuales por parte del personal de las Naciones Unidas.

Los 52 millones de dólares reunidos por el Fondo a partir de 2016 han permitido la implementación de varios proyectos de empoderamiento y generación de ingresos.

Hasta ahora, la mayor parte de los recursos proceden de las contribuciones de 19 Estados miembros, pero no sólo de ellos: unos 400.000 dólares se obtuvieron de la retención del pago de los empleados acusados.

Actualmente hay seis proyectos activos:

  • Dos en la República Democrática del Congo que apoyan los medios de vida y ayudan a fortalecer las redes de las comunidades donde se generaron las quejas
  • Dos en la República Centroafricana darán a las víctimas apoyo legal y asistencia durante los próximos dos años
  • Uno en Liberia

“Se han sometido más propuestas que se están evaluando y se están desarrollando otras para brindar asistencia y apoyo adicional en la República Democrática del Congo, Haití, Sudán del Sur y la República Centroafricana”, explicó la secretaria general adjunta Beagle.

Los proyectos implementados han beneficiado hasta ahora a unas 3340 personas.

Beagle mencionó tres lecciones clave aprendidas en los primeros dos años de operación del Fondo:

  • la importancia de un enfoque centrado en las víctimas
  • la importancia de las contribuciones financieras flexibles, desinteresadas y sin límite de tiempo por parte de los Estados miembros
  • la importancia de integrar proyectos a los programas existentes en lugar de iniciativas aisladas.

Abordar las brechas

MONUSCO
La Misión de la ONU en la República Democrática del Congo ayuda a las víctimas de la explotación sexual en los conflictos armados.

«La explotación y los abusos sexuales por parte del personal de las Naciones Unidas son un problema en todo el sistema», explicó Jane Connors, Defensora de los Derechos de las Víctimas. «Hasta la fecha, el Fondo ha apoyado proyectos en contextos de mantenimiento de la paz o de misiones, pero es un recurso al que todo el sistema debería tener acceso en el futuro, y que también habría de beneficiar a las víctimas en contextos no relacionados con las misiones», subrayó.

Su Oficina está llevando a cabo actualmente un estudio piloto de los servicios para las víctimas que incluye apoyo jurídico, médico, de seguridad, de vivienda y de medios de subsistencia en ocho países, aunque este trabajo está en fase de ampliación para abarcar a otros países.

«Estamos identificando las carencias, duplicidades, lecciones aprendidas y mejores prácticas con el objetivo de disponer de una información base que nos permita dirigir los recursos para mejorar estos servicios«, dijo Connors, quien llamó a los Estados miembros a «fomentar y hacer crecer» el Fondo.

Combatir la explotación y el abuso desde todos los ángulos

La estrategia lanzada en 2017 por el Secretario General se centra en primera instancia en abordar esta cuestión dentro del sistema de las Naciones Unidas, incluido el personal de mantenimiento de la paz, así como los responsables las poner en práctica programas de Naciones Unidas (organizaciones encargadas de la ejecución y no militares autorizadas por el Consejo de Seguridad).

Esta cobertura abarca a más de 90.000 personas en más de 30 entidades, así como a más de 100.000 personas uniformadas.

El subdirector de Asuntos Políticos de la ONU, Miroslav Jenča, quien también asistió a la reunión, explicó que Naciones Unidas combate este flagelo desde tres ángulos:

  • la prevención, por ejemplo, con cursos obligatorios de formación previa al despliegue de todo el personal uniformado
  • el cumplimiento de la ley, a través de mecanismos de denuncia, investigaciones y medidas disciplinarias que sirvan para garantizar la plena rendición de cuentas
  • las medidas de reparación, incluido el apoyo a las víctimas

En relación con este último apartado, el Fondo Fiduciario representa una «pieza clave para liderar ese esfuerzo y permanecer al lado de las víctimas y los niños nacidos como resultado de estos abusos», subrayó Jenča, al agradecer a todos los Estados miembros su apoyo al Fondo dotándole de voz y empoderando a las víctimas y sus comunidades.

Los representantes de una docena de países reiteraron su apoyo al mecanismo de movilización de recursos y a los proyectos que ha hecho posibles. Varios de ellos se comprometieron a añadir financiación complementaria en el futuro.

Con información de: ONU NOTICIAS

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