Qué es el rapport y cómo ayuda a mejorar en el trabajo
Por Daniel Colombo |
“No hay química”, “No tengo feeling con esa persona” o “Siento algo de rechazo que no sé explicar cuando me encuentro con esa persona. Hay algo que no me cierra”, son expresiones frecuentes entre los vínculos humanos. En todos los casos, no se ha producido rapport.
Por definición, se llama rapport al fenómeno mediante el que dos o más personas sienten que están en sintonía, tanto psicológica como emocionalmente.
La palabra proviene del francés “rapporter”, que significa llevar algo a cambio -asociado aquí al ida y vuelta entre las personas, el dar y recibir, el nutrirse mutuamente-. Por ejemplo, hay rapport cuando se comparten creencias, valores, conductas, conocimientos y afinidades de cualquier tipo.
Para que ocurra el rapport deben darse tres componentes de la conducta humana: atención mutua, positividad de ambas partes y coordinación. Si alguno de estos eslabones falla, es probable que no suceda.
Atención mutua, significa que todos los involucrados estarán en un marco de atención donde el otro le importa en alguna medida. En el trabajo, por ejemplo, esto se percibe rápidamente cuando alguien opina y los demás incorporan los aportes que hace… o todo lo contrario.
Positividad se refiere a que, independientemente de las circunstancias, habrá un marco de una buena intención, amabilidad y respeto para relacionarse. Se producirá así un acompañamiento emocional sincero y humilde, para colocarse en el lugar del otro, sin invadir su espacio.
Y la coordinación se refiere a la sincronía necesaria para que vayan acompasándose (al compás) lo mejor posible, para que el desarrollo del rapport sea eficaz. Por eso es importante el reconocer al otro como un “otro” con sus particularidades, e, incluso desde las diferencias, poder co-construir algo nuevo parecido al ir caminando juntos al mismo ritmo. Se producirá un resultado superador.
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El valor del rapport en los equipos
Desde el punto de vista sociológico, tendemos a confiar en personas con parecidos a nosotros en ciertos aspectos; e incluso, en aquellos complementarios con los que sentimos que podemos construir algo en común. Es el caso de romances con parejas que no tienen nada en común y eligen convivir y llevarse bien porque el fin mayor es superior a lo individual, y la experiencia final, más enriquecedora para ambos.
¿Y qué pasa si no se da el rapport? En todo tipo de vínculos, hay o no rapport dependiendo de las circunstancias.
Lo curioso del mundo del trabajo es que la empresa u organización no necesariamente tenía en cuenta este aspecto al conformar los equipos: se trabaja “y punto”. En los tiempos actuales, las habilidades blandas dan lugar a un mayor entendimiento del mundo del otro; entre las que está la empatía, la facilidad para comunicarse y exponer las ideas; la disposición a trabajar en equipo y a recibir feedback. Sin esto, los equipos no funcionan.
En cualquier team de trabajo que quiera funcionar apropiadamente, el hecho de sentirse bien con los demás, compartir afinidades en torno a la tarea y establecer vínculos -aunque sean laborales- que permitan que crezcas como ser humano, son aspectos fundamentales para que se dé el rapport.
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5 formas de generar rapport en el trabajo y en la vida
Si bien no se puede obligar a nadie a sentir afinidad por otro, es necesario que todos los colaboradores pongan su parte y realicen el mejor y mayor esfuerzo por mejorar el clima laboral, empezando por cada uno.
Estas cinco formas pueden ayudarte -en lo personal- a ser más consciente de la importancia del rapport para funcionar mejor en tus interrelaciones con otros:
- Comprender el universo emocional del otro. Todos somos diferentes, e incluso allí, radica la magia del encuentro. Podemos aprender de las experiencias, nutrirnos y crecer. La inteligencia emocional es lo que nos permite no sólo empatizar, sino descubrir ese mundo de lo que le pasa al otro por dentro, y desde qué lugar actúa. Para graficarlo en palabras: Si logro salir de mí, simplemente observando desde una posición más alejada desde donde me encuentro, veré un panorama mucho más amplio sobre el otro. Y desde allí, puedo acercarme con mayor asertividad.
- Sonrisa sincera. La gran llave del rapport humano, y lo que distingue a esta especie de las demás -al menos por el momento- es la posibilidad de sonreír y conectar con esta emoción ancestral. Incluso la ciencia ha demostrado en personas con depresión que el sólo hecho de hacer el gesto de la sonrisa (lo que sería una “mueca”) ayuda a mejorar. ¡Imagina lo que se logra cuando sonríes sinceramente!
- Generar concordancias. Aquí se trata de buscar los puntos de acuerdo, en vez de los desacuerdos. En la cultura social actual, muchas personas se frustran y decepcionan porque su mirada está puesta casi exclusivamente en la diferencia: “Lo que no coincide conmigo no es verdad, o no existe”, dicen. En el mundo real esto es bastante diferente: se trata de acercar puntos de vista. Quizás no “mires lo mismo” que el otro, aunque puedan “verse” en la diferencia.
- Llamar al otro por su nombre, no por su apellido. Este recurso es sumamente útil y amigable para lograr un puente de entendimiento con las personas. La personalización de los vínculos es clave como llave para la confianza mutua. Está estudiado científicamente que las personas carismáticas se distinguen por recordar nombres y situaciones que hacen sentir más identificadas a las personas cuando vuelven a encontrarse. Lo mismo puedes hacer en tu universo profesional y personal.
- Mantener un espíritu constructivo. Más allá de las dificultades que puedas atravesar, cada persona es un mundo y en ese universo emocional se mueven muchas cosas. Si a cada momento todos expresaran su catarata o “vómito emocional” sin ningún cuidado, el mundo seguro estaría mucho peor aún. La invitación es a opinar construyendo; a co-crear nuevas realidades. Esto se logra con una mirada en el aporte, en lo que está y en cómo mejorarlo; en vez de tener posados los ojos en lo que falta, la carencia, lo negativo. Este cambio de switch es estratégico para que el rapport se potencie.
Foto: Shutterstock
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