Hay personas que son buenas, pero no para ti
Christopher Barquero | Life Coach @ChrisBarquero |
Todos tenemos alguien quien de pronto llega a nuestra vida y se convierte en todo, así como alguien quien siempre creímos sería parte de nuestra historia y de pronto se baja de nuestro tren de la vida o nosotros mismos decidimos despedirnos y viajar más ligeros, continuar el recorrido sin esa o esas personas.
Así como tengo claro que nadie llega a tu vida por casualidad, también tengo claro que algunas personas llegan para estar tu historia completa, otros en algunos capítulos y otros tan solo hacen una aparición especial. Lo interesante es reconocer que por más complicada que haya sido la experiencia con una persona que ya no está en nuestras vidas o que todavía está, todo sucede para algo y alguna lección de aprendizaje para mejorar nos está haciendo trabajar.
Hay algo además cierto y es que así como el mar devuelve lo que no es de él, así la misma vida se encarga de sacar las personas que no son buenas para ti. Y bueno, en muchas ocasiones si la vida no se encarga, nos envía todas las señales para que nosotros lo hagamos, pues en definitiva, la vida es tan corta que quien no suma, que no reste. La decisión, como siempre, es de nosotros.
Y es que hay personas que, aunque son buenas, no son buenas para nosotros. Y conste, aunque esto te parezca haberlo escuchado y esté muy relacionado con las situaciones de pareja, va más allá: abarca amigos, familiares, compañeros de trabajo, de estudio. En fin, con quienes interactuemos.
Me llama mucho la atención que una gran cantidad de personas se contradicen, pues aunque rezan el Padre Nuestro y afirman “líbranos del mal”, cuando la vida, la fuente, la luz, la energía, Dios, se encarga de alejarles de aquellas personas que no son buenas para ellas, se aferran tanto a llevar la contraria que hacen lo imposible por retener a esas personas, aunque solo signifiquen desgaste en sus vidas.
Entiende algo: No puedes arrastrar una persona que no camina, ni puedes caminar al lado de una persona que corre. Así de simple, para qué te desgastas, hay quizás momentos en los que puedan caminar juntos pero hay otros en los que esa personas no está preparada y no puedes detener ni forzar tu marcha en la vida por nadie.
Recuerdo que mantuve distancia por más de un año con una persona que trabajaba en mi empresa de asesorías hace algun tiempo, porque era extremadamente negativa y se enfocaba tanto en el punto negro de la sábana blanca que superó cualquier nivel de tolerancia que yo podía haber desarrollado y, a pesar de que siempre ha sido una persona demasiado culta, inteligente, profesional y no quería cesarla de la empresa, tampoco era mi deseo estar en diaria comunicación con ella y su energía. Otro ejemplo que te puedo compartir personal, es el de alguien que creí estaría a mi lado hasta el fin de mis días ( si, probablemente conozcas esa historia en carne propia o en alguien cercano), compartimos una relación sentimental durante 5 años, una relación la cual resultó tan desgastante energética, económica y emocionalmente para mí, que por más que he intentado ser amigo de la otra persona después de la separación, estoy convencido de que es mejor saber lo menos posible y enfocarme en desearle todo lo mejor y enviarle luz.
Otro caso personal: idealicé una amistad con una persona a quien consideré especial y en el camino me demostró ser un vampiro energético ( tema que ya discutimos en otro blog) y que honestamente hoy doy gracias a Dios y a la vida porque ya no tengo contacto con esa persona. Conste, no hablo desde un resentimiento o desde el odio ni algo parecido, hablo desde el amor propio que está por encima de todo y que se trata de saber qué te conviene, quien te aporta, y quien realmente está porque te desea lo mejor. Yo honestamente, me quiero mucho como para hacerme daño. Claro esto no siempre fue así y en muchos casos por no sentirme solo, por saberme “querido” “aceptado”, con “amigos”, me aguanté un montón de basura de otras personas que me llegó a volver casi loco, pues suficiente ya tenía yo con mis propios pedos.
Relacionado con el tema, recuerdo un escrito sobre un tema relacionado de PLN, (Programación Neurolingüística;
http://estrategiaspnl.com
) el de las personas tóxicas –algo semejante al de Vampiros Energéticos que ya compartimos también por acá—y que afirma: “hay personas que han tenido una vida tan llena de amor, equilibrio, y cosas positivas y es así como funcionan por la vida; van dando eso a los que las rodean. Sin embargo, hay otras, que cargan un saco lleno de decepciones, problemas y actitudes negativas que van repartiendo en su camino casi con quienquiera que sea”.
El artículo destaca que a una persona tóxica se le reconoce por distintos factores, los más comúnes son quienes en forma continua hablan de temas negativos, en vez de halagarte por algo, encuentran el punto negro, no aceptan en primera instancia una opinión o sugerencia, son hirientes, agresivos, inflexibles y se exaltan fácilmente si le contradices y esto es, por supuesto, porque siempre tiene la razón”. Estas personas manifiestan envidia, son celosos de los éxitos ajenos, se la pasan criticando, viven frustrados y detrás de todas esas conductas puedes ver que son personas con baja autoestima, inseguridad, una gran necesidad de ser reconocidos, de obtener aprobación. Estas, claro está, son acciones las que en vez de atraer amigos o personas a sus vidas, hacen que muchos se alejen de ellos.
Otras las personas que nos son buenas para ti, son aquellos que quizás no se la pasan en lo negativo pero que andan en el plan de “pobre de mí”, son metiches, quizás moscas muertas, de todo se quejan, aburriendo y cansando a los demás, quienes muchas veces huyen porque dicen, esa persona me gastas la energía, y es que literalmente lo hacen.
Hay muchas clases de personas, que aunque no somos quien para juzgar pues cada quien da en el camino el mejor paso y al ritmo que puede, tampoco son buenas para nosotros. Podríamos hablar de muchas, pero sé que tú sabrás identificarlas y en el fondo sabes que debes soltar a esa persona, pero tratas de pronto, por inseguridades, dependencia, vacíos emocionales y no te atreves a dejar. Te puedo asegurar, que cuando las sueltes, te quitarás de un peso de encima y la misma vida te va a recompensar poniendo personas más afines a ti. Ahora bien, si esas personas están en tu vida, revisa también qué tienes tú de esa persona, porque recuerda que todos somos espejo y enfócate en trabajar eso tú. (ver otro blog todos somos espejo).
Por otra parte, ten claro algo, que yo sepa no eres la reencarnación ni sustituyes a la madre Teresa en esta tierra, por lo que deja de estar creyendo que esas personas son “tu cruz” y estar aguantando a esa persona o creyendo que tú la vas a ayudar a salir del lodo a donde se atoró. Si has intentado platicarle, compartirle que debe ver la vida de una manera diferente o le has abierto las puertas para hacerle ver qué debe cambiar y no te hace caso, cierra esas puertas para que no entre esa energía negativa a ti. A veces tienes que dejar de hacer cosas para los demás. No porque no te guste, sino porque no lo saben apreciar. Las personas que son buenas pero no buenas para ti, por lo general no creen que necesitan ayuda.
Sepárate de personas que no son buenas para ti, acepta en tu vida gente buena vibra que comparta tus éxitos y derrotas. Son pocas, pero son las mejores!
Y recuerda: ¡a sonreír, agradecer y abrazar tu vida!
¡Gracias por existir, compartir y estar!
Christopher Barquero | Twitter: @ChrisBarquero | Facebook: Chris Barquero | Instagram: @ChrisBarquero
Christopher Barquero es periodista, productor y conductor de televisión costarricense radicado en México. Trabaja para la cadena Televisa y es colaborador de CNN. También dirige su propia agencia de relaciones públicas y mercadeo. Christopher es Life Coach, dedicado a impartir sesiones de Life Coach, Coach Ejecutivo y Empresarial. Es ferviente seguidor de las filosofías para el desarrollo, crecimiento personal y espiritual del ser humano, así como todo lo relacionado con la inteligencia emocional, autoayuda, meditación, metafísica, alimentación, ejercicio, programación neurolingüística, aplicación mental, kabbalah y yoga. Actualmente escribe su primer libro, una guía para el bienestar emocional, físico y espiritual.
Foto: Soledad / Shutterstock
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