Oratoria: 7 consejos para dar conferencias inolvidables
Por Daniel Colombo | Si eres vocero de tu organización, o bien, hablas en público en ciertos casos y haces presentaciones de distinto tipo, ya sea para públicos grandes o reducidos, necesitarás aprender las herramientas que aplican los oradores profesionales.
Una de las herramientas básicas es lo que hoy se conoce como “Storytelling”, y que viene desde hace siglos, no es algo nuevo.
Se llama así a la capacidad narrativa, al tempo de construcción de la línea de la historia que estarás expresando a tu público, y los elementos que la convierten en algo inolvidable.
7 consejos de oratoria para dar conferencias efectivas
Es importante que sepas que las conferencias se preparan, y que abarcan una multiplicidad de aspectos que van más allá del material que vas a presentar. Es decir, debes considerar no sólo tu proyección en pantalla (un Power Point, por ejemplo), sino también el mapeo del público (saber quiénes son con todo detalle), el título del tema, la secuencia en la que intervendrás, la disposición del salón, los elementos de audio, luces, pizarras y apuntes a entregar, aromas y estímulos, tus movimientos, tu destreza gestual, y el clima que necesitas lograr.
Por ejemplo, pocos saben que si te toca abrir un evento a primera hora de la mañana, al final, o luego de un almuerzo, necesitarás hacer un esfuerzo extra para que tu público preste atención.
Estos 7 consejos de oratoria te van a ayudar a preparar conferencias inolvidables:
1. Define cuál es tu regalo
El regalo es mucho más que tu “tema”: se trata del obsequio que se llevará en su mente y su corazón cada participante. Es estratégico que pienses en forma original, interesante, que promueva la curiosidad, el entusiasmo, la auto pregunta mientras vas desarrollando tu presentación, y que tenga un tempo de presentación que permita mantener el ritmo, matices y cadencias.
2. Establece un código de lenguaje
La mayoría de las personas comunica como son ellos, es decir, desde su lógica y construcción interna. En el caso de los conferencistas que se destacan, lo hacen buscando la lógica del público; salen de su espacio confortable y se expanden. El código de lenguaje es el puente entre tú y la audiencia. No es lo mismo hablar en jerga profesional (que no lo recomiendo en exceso), que intercalar formas más coloquiales. De hecho, la oratoria clásica que se enseña en el 85% de los cursos regulares de oratoria quiere imponerte un formato y que tú te adaptes. En mi experiencia como coach en oratoria y media-trainer (entrenamiento de voceros en los medios), es necesario que no te despersonalices y que ajustes algunos aspectos de técnica y herramientas para comunicar mejor.
3. Piensa en 3 momentos cumbres de tu presentación
Además del comienzo, nudo y final, que constituyen la estructura básica de cualquier presentación, necesitas establecer tres momentos cumbres donde la gente estará pendiente de ti “con la respiración en un hilo”. Los tendrás cautivados, motivados y entusiasmados por saber más. Practica lo suficiente; desarrolla el guión que seguirás; apúntate en fichas grandes las palabras claves que utilizarás; refuerza los conceptos con estructuras cautivantes para movilizar las emociones y el corazón de las personas: eso es exactamente lo que se llevarán. Esto se llama experiencia completa que entrega el conferencista. No sólo una persona que subió al escenario, habló y se fue, sino que conmovió y generó un impacto positivo e inolvidable.
“Recuerda: una conferencia es un acto de seducción.” (Daniel Colombo)
4. Estructura la historia en forma atractiva y diferente.
La estructura de tu historia necesita de impacto, fuerza, concepto y esencia. Sin estos cuatro ingredientes tu conferencia es un fracaso. Explora toda tu capacidad creativa tanto en lo que digas como en lo que muestres. Diseña presentaciones atractivas, con poco texto y muchas imágenes. Mantén un tono entretenido, potente y variando matices. Luce impecable en tu ropa, aseo personal -incluyendo las manos, que son un elemento de expresión fundamental-.
5. Toca la fibra emocional, no sólo lo racional.
Es posible que no llegues a conocer a todas las personas del público en profundidad. Por lo que necesitarás acceder a sus sistemas representacionales a través de los que ellos captan la información que le brindes. Tendrás personas muy visuales, auditivas o kinestésicas, conectadas con las emociones y sensaciones. También habrá los que tienen el hemisferio izquierdo del cerebro predominante -razón- y otros el derecho -lo blando-. Tu obligación como conferencista es abarcar a todo el público, por lo que conectar la emoción y la razón se convierte en algo esencial.
6. Provoca la participación del público.
Aunque quizás no seas un conferencista experto, necesitas conectar con el público desde los primeros 30 segundos: ese es el tiempo máximo que te dan las personas para ganarte su confianza. Tienes apenas 30 segundos para metértelos en el bolsillo: de lo contrario, construir esto después costará mucho. Esfuérzate en diseñar un muy buen comienzo y un excelente final. Explora formas de participación de la gente; por ejemplo: haz preguntas retóricas (las que se responden generalmente por sí o por no), haz levantar la mano, despierta una sonrisa (cuidado con hacer chistes si no eres brillante en ese aspecto), y moviliza tu energía.
7. Establece el legado.
Pregúntate todo el tiempo cuando preparas la conferencia: ¿cuál es el mensaje/Storytelling general que quiero dejar al público? ¿De qué forma/relato/Storytelling estaré tocando su mente y su corazón? ¿Cómo haré para que sea consistente entre lo que pienso, lo que digo y lo que hago? Y, sobre todo: ¿Cuál es la idea central que quiero que se lleven? Con estas respuestas ya tendrás indicios del legado que sembrarás en tu ponencia.
Finalmente, necesitas practicar al menos de 3 a 5 veces, completa, toda la conferencia. Puedes hacerlo frente a un espejo, grabarla y corregirte, y también frente a grupos de compañeros que puedan dar feedback. Esto ayudará a que estés mejor preparado, tengas internalizado tu tema y los detalles, y hayas ganado terreno a la hora de salir a escena.
Como ves, dar conferencias no es de improvisados y no es para cualquiera. Y generalmente los que improvisan o dejan que otros le preparen el material, pierden. Hazlo tú y hazlo importante: las personas que te escucharán merecen todo tu respeto y dedicación.
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