Mi cuerpo pedía S.P.A. ¡y se lo dí!

Le regalé unos días de “Serenidad Para Actuar” -S.P.A.- y resultó en un #DetoxEmocional

De esa experiencia, #LoQueAprendiLoComparto

– Dale pa‘ atrás: Del mismo modo en que salir a caminar nos ayuda a destrancarnos cuando estamos estancados en la oficina, pasa en otros ámbitos de nuestra vida que dar unos pasos en dirección contraria al problema, nos ayuda a entenderlo mejor. La idea no es huir de ellos, sino cambiar el lugar, la persona, la tarea a la que ahora asocias a aburrimiento, hastío, estancamiento, para luego regresar a él desde la tranquilidad y hasta el reposo. Desde ahí pensamos y ACTUAMOS mejor.

– Dale pa’ adentro: En vez de hacernos preguntas por el estilo de: ¿por qué me respondió así?, podemos hacernos otras del tipo: ¿por qué ME afecta SU respuesta? En la primera pregunta toda la atención está centrada fuera de nosotros y puesta en alguien o algo externo. En la segunda, son tú y tus reacciones y emociones ¡lo más importante! Y éstas son las únicas cosas sobre las que puedes decidir.

Sobre el otro no. Acerca de ti ¡SÍ-EMPRE!

– Dale pa’ afuera: ¿A qué o quién debes ponerle límites? ¿En dónde o con cuál persona te sientes en último lugar? No por ego sino por #autocuidado y #amorpropio es que debemos movernos en espacios donde nos sintamos respetados, valorados, tomados en cuenta. Si no te sientes así, echa fuera de casa -tu mente, tu cuerpo, tu vida- a eso que te roba energía para avanzar. ¿Hasta dónde quieres que llegue esa situación que te incomoda? Eso sólo lo decides tú.

– ¡Dale otra vez!: Ponte las pilas para observarte, para darte cuenta qué te hace perder la paciencia, qué te hace experimentar frustración, qué suele desencadenar la serie de hechos que te lleva del mal humor a las malas decisiones, y pon en práctica los pasos anteriores. Si alguno o todos te funcionan para ir accionando mejor y en más calma cada vez, ¡PUES REPITE! Vuelve a poner en práctica aquello que ves que te funciona.

¡Vamos! ¡Dale! No hay nada más chévere que movernos desde la serenidad.

 

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Foto: Shutterstock