Enero 08, 2018

Fuimos educados para sentir miedo. ¿Qué hacer?

Fuimos educados para sentir miedo. ¿Qué hacer?

Por Daniel Colombo |

El miedo es una sensación de angustia, en distintos grados, provocada por la presencia de un peligro real o imaginario. El estado interno que genera inmoviliza y genera trastornos de distinto tipo a las personas que lo padecen.

En otros aspectos, el miedo es una de las mayores limitaciones humanas, puesto que casi todo lo que quiera proponerse un ser humano tiene una cuota de riesgo, lo desconocido y el resultado incierto, que se asocia frecuentemente con la emoción del miedo.

Desde que nacemos hemos sido inculcados para sentir miedo, en vez de afianzar nuestro coraje, determinación y valor.

¿Por qué? Por aspectos culturales, de descendencia, por tendencia a la sobreprotección -que nada tiene que ver con el cuidado y la afectividad bien entendida- y por la necesidad de control.

·      El miedo como mecanismo de control humano

“No cruces la calle que te va a pisar un auto”, “No hagas eso”, “Si haces tal cosa vendrá el hombre de la bolsa” (o como se llame en tu país), “Cuidado que lo vas a romper”, “Ni loco se te ocurra hacer eso que es arriesgado”, “Te voy a poner en penitencia”, “Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa” -dice la iglesia católica-, “No estamos para más malas noticias”, “Eres mujer y las mujeres no hacen eso”, “El hombre es fuerte y no debe llorar aunque tenga pánico”, un reto desmedido, castigos físicos, verbales y emocionales: todo esto va erosionando de a poco tu estructura psíquica, y se convierte en un monstruo alimentado desde afuera hacia dentro, y, luego cuando ya tienes consciencia propia, desde adentro hacia fuera.

Así que es posible que te hayas acostumbrado a vivir con miedo. Desde el temor leve a cosas sin sentido, hasta aquellos que te inmovilizan y no te permiten alcanzar tus proyectos.

 

·      El miedo protector, y el miedo limitador

 

Hay una diferencia entre el miedo proyector y el miedo limitador.

El primero busca cuidarte y protegerte ante posibles contingencias o daños a la integridad física, moral y emocional; el segundo, busca controlarte. Es posible que hayas sentido con más contundencia el segundo que el primero, sobre todo si vienes de una familia de origen que no supo cómo darte las bases de una estructura equilibrada.

El miedo limitador quiere que hagas lo que el otro considera que es mejor para ti; anula tu discernimiento; no permite que crezcas ni te desarrolles en libertad, y genera ataduras tan fuertes que, de adulto, sigues repitiendo esos mismos patrones, incluso en forma inconsciente.

 

·      El “miedo bueno”

 

En las sociedades prehistóricas hubo una concepción del miedo como algo positivo, ya que permitía a los seres humanos protegerse de los depredadores y prevenirse del clima. Podría decirse que un cierto temor acompaña el espíritu de supervivencia innato en los humanos y los animales.

En cambio, el terror (el miedo exacerbado y extremo con el fin de generar pánico y control absoluto para dominar al otro), es usado por faraones, tiranos y dictadores hasta el presente. Incluso si estudias el tema de los dioses de la mitología griega, observarás que es un rasgo distintivo.

El concepto del pecado, tan frecuente en corrientes religiosas dogmáticas, va en el mismo sentido.

 

·      El cerebro, tu aliado

 

Como el cerebro no distingue entre lo que es el dolor de las emociones o el dolor físico, tampoco diferencia los temores. Debes saber que, para sobrevivir, activas los mismos circuitos cerebrales del dolor y el placer. Por eso es que quizás estés conviviendo con el miedo permanente al miedo mismo.

Hay una definición de lo que es el miedo, para entenderlo más rápidamente.

“Miedo”, en inglés, se dice “Fear”.

F = Fantasía

E = Expectativa

A = Aparentemente

R = Real

El miedo que aborda este artículo es ese que te impide avanzar; el qe te inquieta, te limita y circunscribe tu vida a un pequeño nicho, casi como el de tu parcela en el cementerio.

Entonces, el miedo es, en un sentido estricto, una construcción interna, una fantasía acerca de una expectativa (sobre cómo deberían ser las cosas, o cómo se van a dar los acontecimientos) aparentemente real (porque aún no ocurrió). Es una proyección interna que te limita a obtener algo, dentro y fuera tuyo.

 

·      Estrategias prácticas para atravesar los miedos

 

1.     Ser valiente no significa no tener miedo: es moverte hacia adelante, atravesando el miedo.

2.     Observa cuando el miedo te paralice: ¿qué podría pasar si todo resulta bien? ¿Qué estás arriesgando en este paso que te produce miedo?

3.     Crea un entorno de contención:  habla de tu miedo, de lo que te limita, y pide ayuda. Esta red te apoyará y el camino será más llevadero.

4.     Recuerda la última vez que postergaste algo por miedo: ¿cómo resultaron las cosas después observando aquello en perspectiva? ¿Qué aprendiste?

5.     Recuerda alguna vez en que hiciste algo a pesar el miedo: ¿cómo te sentiste? ¿Era ese miedo tan grande como lo imaginabas? ¿Qué destrezas aplicaste?

6.     Mantén en mente tu gran plan: es un muy buen impulsor, ya que todo lo que anhelas está más allá del miedo. Y el objetivo de esta emoción limitante es, precisamente, que te contraigas y no lo hagas. Hazlo de todas maneras; incluso, hazlo con miedo.

7.     No analices tanto las cosas y actúa: da pequeños pasos para alentarte a seguir; verifica cómo te sientes en cada mini-meta del proceso, y recién ahí, enlaza la siguiente.

8.     Déjate guiar por tu intuición: el conocimiento natural, eso que ya sabes que sabes internamente, aunque no seas del todo consciente, te dará buenas respuestas. ¿Qué tal seguir ese instinto?

9.     Elimina las palaras negativas de las que se alimenta tu miedo:  “Pero…”, Es que…”, “No es el momento…”, “El día que… haré tal cosa…”, sabes que son cuentos que tu mismo te relatas para no hacer lo que quieres. Hazlo. Ponlo en marcha hoy mismo. Pequeños pasos microscópicos hacia tu meta.

Una vez que lo has hecho, ya sabrás como repetir este nuevo escalón de aprendizaje la próxima vez. Así te convertirás en tu mejor maestro, y no en el esclavo de tus miedos.

Daniel Colombo | www.danielcolombo.com | Tw @danielcolombopr | Ig: @daniel.colombo

Motivador y Master Coach Internacional especializado en CEO, alta gerencia y profesionales; conferencista internacional; autor de 21 libros y comunicador profesional

 

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