Estados Unidos elimina la política de ‘pies secos pies mojados’

La administración de Barack Obama decidió anular el otorgamiento de estatus migratorio a los inmigrantes cubanos que arriben sin visas a territorio de Estados Unidos.

El inesperado anuncio fue anticipado en un Twitter de la agencia AP y desató de inmediato una ola de interrogantes.

De hecho, la anulación no significa que se elimina la Ley de Ajuste Cubano (CAA), vigente desde 1966 y que concede estatus legal para los cubanos luego de cumplir un año en territorio estadounidense, sino que elimina las provisiones de órdenes ejecutivas como la ley de pies secos/pies mojados, establecida en 1995, y el beneficio de elegibilidad de entrada, dispuesto en abril de 1999.

La CAA, permanecerá vigente y solo es derogable por orden del Congreso. Desde su entrada en vigor, otorgaba beneficios migratorios para todos los cubanos que entraban al país de manera regular.

¿De qué se trata la ley ‘pies secos pies mojados’?

Durante décadas, la llamada ley «pie seco, pie mojado» ha privilegiado a decenas de miles de cubanos que huyen de la isla y tocan suelo estadounidense.

La medida permite que los cubanos que hacen el peligroso viaje por mar en balsas, obtengan la residencia permanente un año y un día después de pisar territorio estadounidense, y posteriormente solicitarla para su familia, acogiéndose a la Ley de Ajuste Cubano.

Mientras tanto, podrán solicitar un permiso de trabajo, pagando los aranceles correspondientes, y la licencia de conducir.

Antes de conceder la green card, Estados Unidos hará las investigaciones pertinentes para evitar conceder la residencia permanente a personas con historial criminal.

Si en el momento en el que se solicita la residencia se está pasando por un momento económico difícil, es posible calificar para no pagar por ese trámite migratorio.

Los que son interceptados por la Guardia Costera suelen ser regresados a Cuba.

La política fue implementada por la administración Clinton en 1995 a consecuencia de una revisión del tema migratorio cubano después del éxodo de balseros en el año 1994.

La administración Clinton llegó a un acuerdo con La Habana de devolver a todo aquel que interceptara en el mar y el Gobierno de Cuba se comprometió a aceptarlos, no así con los que llegan a tierra firme.