El misterioso síndrome de los niños que “caen en coma” en Suecia
Sumergidos en una atmósfera de pánico, estrés e incertidumbre, caen en un extraño coma que no les permite levantarse. Tal como si se tratase de un extraño hechizo, sucumben en un sueño profundo que los deja completamente aislados del mundo exterior. ¿Por qué caen en coma? ¿Cuáles son los síntomas? ¿Por qué sucede nada más en Suecia? Aquí te contamos todo.
En la foto: Las hermanas Djeneta (derecha) y Ibadeta (izquierda), quienes sufren el raro síndrome de la resignación. La imagen es de Magnus Wennman y ganó un concurso de fotoperiodismo. Las jóvenes deben usar oxígeno constante debido a que su respiración se ve afectada por el coma.
Wennman informó que Djeneta tiene más de dos años en cama sin responder y que su hermana está a punto de cumplir el año y medio.
El estrés acaba con la energía del cuerpo
El miedo a la deportación y a abandonar completamente lo que conocen como su hogar, resulta ser tan sobrecogedor, que los cuerpos de los pequeños –entre 6 y 19 años-, sucumben ante la presión y se ven obligados a buscar una vía de escape rápida e inmediata: un coma.
Fingir un coma es humanamente imposible, según explican los doctores. Si bien la enfermedad sigue siendo un misterio médico, todos parecen tener una causa común: el miedo a ser deportados.
El primer caso se presentó en 1998, cuando un pequeño niño al enterarse de que pronto debía abandonar su hogar junto a su familia, cayó en estado de coma. Los médicos para el momento, lo diagnosticaron con histeria y apatía, pero con el pasar de los años, aumentaron los casos y la enfermedad se vuelve cada vez más rara.
“Síndrome de Resignación” o SR
Los médicos titularon el síndrome como “SR”, un fenómeno cada vez más frecuente en los hospitales de Suecia. Si bien no se tienen muchos detalles sobre el caso, se presume que todo se debe a los altos niveles de estrés que produce una mudanza –o en este caso, una deportación-.
La enfermedad se presenta en niños de 6 años en adelante, el tope hasta los momentos ha sido de 19 años. Según indican las hipótesis, el miedo y la incertidumbre generan un desbalance químico en el cerebro, lo que ocasiona altos índices de estrés y con el propósito de “huirle” a la situación, el cuerpo busca un descanso “obligado” y caen en coma.
A los niños los deben alimentar con una sonda. Si bien algunos tienen la dicha de ser cuidados en un hospital, muchos deben permanecer en sus casas pese a los riesgos que esto podría representar.
¿Cuáles son los síntomas?
El SR aparece de forma inesperada e impredecible en niños y jóvenes completamente saludables, que sufren de un cambio repentino de estatus migratorio. Al ser informados con que deberán pronto abandonar Suecia, su cuerpo colapsa en estrés y entran en coma.
Según Göran Bodegård, director de la unidad psiquiátrica para niños del Hospital universitario Karolinska, en Estocolmo, los pacientes están «totalmente pasivos, inmóviles, carentes de tono, retraídos, mudos, incapaces de comer y beber, incontinentes y sin reaccionar ante los estímulos físicos o el dolor”, síntomas que ningún ser humano es capaz de fingir.
¿Cómo se puede explicar lo que sucede? «Cuando le explico a los padres lo que ocurre, les digo que el mundo ha sido tan terrible que Sophie -una de las niñas afectadas- se ha vuelto hacia sí misma y ha desconectado la parte consciente de su cerebro», dice Elizabeth Hultcrantz, una otorrinolaringóloga que trabaja junto a “Médicos del Mundo”, con el propósito de tratar a los niños que padecen esta condición.
¿Por qué únicamente afecta a jóvenes y niños?
Es una de las mayores interrogantes que bordea al SR, según algunas hipótesis, los niños no son una pieza fundamental del desarrollo –económico- de un hogar. Al no tener responsabilidades concretas, pueden renunciar a sus labores de forma momentánea. Los adultos, por su parte, no pueden abandonar su vida y sucumbir ante el estrés puesto que todo un grupo familiar depende de ellos.
Los niños y jóvenes, al no saber controlar las emociones y somatizar el estrés, se rinden ante la situación y buscan una salida “fácil”, que los aísle de los posibles sufrimientos.
«Creo que es una forma de autoprotección. Son como Blancanieves», comenta Elisabeth Hultcrantz.
Por los momentos, la enfermedad afecta únicamente a los inmigrantes de Suecia, aunque nadie sabe exactamente por qué.
¿Cómo se cura o mejora el síndrome?
Las víctimas del síndrome pueden mantenerse con vida y relativamente estables gracias a los esfuerzos médicos, pero la mejoría depende únicamente de una noticia: la permanencia en Suecia o el alargamiento de una visa.
Si bien la cura parece ser una “manipulación” por parte de los pacientes, Hultcrantz explicó que los niños “son como esponjas” que absorben las emociones de su entorno. Si sus padres están estresados, el niño vivirá el estrés mil veces peor. Si están tranquilos, el niño comenzará a sanar.
Por los momentos, los “Médicos del Mundo”, trabajan de la mano con los hospitales suecos para tratar esta extraña enfermedad.
Con información de: BBC. ElPaís.
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