Mayo 28, 2021

El humano que en realidad no lo era

El humano que en realidad no lo era

Científicos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana rebaten un estudio publicado en la revista PNAS en el que un diente de un herbívoro, hallado en el yacimiento chino de Fuyan cave, fue clasificado como humano.

El debate sobre la fecha en la que Homo sapiens abandonó África sigue estando candente. Durante los últimos años se han publicado evidencias crecientes de yacimientos con H. sapiens anteriores a los 50.000 años que el modelo “Out of Africa” establece para las primeras migraciones de nuestra especie fuera del continente africano.

Entre estas evidencias se encuentra el yacimiento de Fuyan Cave, en Daoxian, al sur de China, publicado en el año 2015 por los investigadores del Centro Nacional de investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), María Martinón-Torres y José María Bermúdez de Castro, en la revista Nature, en el marco de una colaboración con los investigadores del Instituto de Paleontología de Vertebrados y Paleoantropología (IVPP) de Pekín.

A comienzos de este año, un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Science of USA (PNAS) por el investigador Xue-feng Sun de la Universidad de Nanjing y su equipo cuestionaba la antigüedad de hasta cinco yacimientos chinos entre los que se encuentra Fuyan. En dicho trabajo revisaban las dataciones de estos yacimientos, y en el caso de Fuyan, presentaban dos nuevos dientes “humanos”, que atribuían a la misma muestra publicada por Martinón-Torres y Bermúdez de Castro.

A través del análisis genético y la datación por Carbono 14 de esos nuevos dientes, Sun y sus colegas concluían que los dientes de Fuyan, originariamente datados entre 80.000 y 120.000 años por el equipo del IVPP, apenas tenían unos 10.000 años de antigüedad.

Ahora, los investigadores del CENIEH, en colaboración de nuevo con científicos del IVPP de Pekín publican una réplica en PNAS donde cuestionan la calidad del estudio de Sun y sus colegas. Además de problemas con la datación y el contexto de los restos fósiles, la principal crítica radica en que uno de los dientes “humanos” analizados por el equipo de Sun y del que han extraído ADN humano, es en realidad un diente de un herbívoro, probablemente un ciervo.

“La ciencia avanza con datos y para poder rebatir una hipótesis es necesario que los datos sean fiables”, afirma la directora del CENIEH, María Martinón-Torres y primera autora de este artículo. “Extraer ADN humano de un diente que no es humano, cuestiona la credibilidad y el estándar científico de todo el trabajo”, continúa.

Sorprendentemente, en su réplica a PNAS, liderada en este caso por Darren Curnoe del Australian Museum en Sídney, los investigadores insisten en su identificación taxonómica a pesar de no proporcionar ningún dato. “Seguimos esperando una descripción mínima, una comparación morfológica y métrica, una microtomografía, un análisis de imagen que apoye tal afirmación. Algo. La ciencia se basa en datos” comenta Martinón-Torres.

Los investigadores del CENIEH y el IVPP han compilado valoraciones de  decenas de especialistas de todo el mundo que ratifican que el diente no es humano. “Además, el contexto en que se han encontrado estos dos nuevos dientes es desconocido”, apunta José María Bermúdez de Castro, coordinador del Programa de Paleobiología del CENIEH. “Sun, Curnoe y su equipo alegan que los han encontrado en el mismo nivel que la muestra que nosotros publicamos en el año 2015, pero en ningún momento han contactado o se han coordinado con Liu Wu y Xiujie Wu del IVPP, los responsables de la excavación y por lo tanto los conocedores del yacimiento y la estratigrafía”.

Como explican los investigadores del CENIEH, en su conjunto, el estudio de Sun está lleno de problemas. “Además de poco profesional y rigurosa, esta forma de proceder se aleja del código de buena conducta que se espera en el ámbito científico”, añaden.

La datación, también cuestionada

Por otra parte, un equipo de investigadores de la Universidad de Oxford critica los métodos de datación empleados por Sun y sus colegas en su artículo. En una carta enviada por separado a la revista PNAS, Tom Higham y Katerina Douka, expertos en datación por Carbono 14, apuntan a que los métodos empleados por el grupo de la Universidad de Nanjing no son tan sólidos como se recomienda en la datación de muestras de esa antigüedad.

En particular, se echan en falta los métodos de pre-tratamiento químico que se recomiendan para datar huesos y carbones del Pleistoceno. Según Higham y Douka, esto significa que las fechas que se proponen en el estudio de Sun no son fiables y, en todo caso, deberían considerarse como fechas estimativas mínimas.

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