El año de DiCaprio

Este año, antes de que llegue la gala de los Oscar, sí se puede decir que Leonardo DiCaprio lo ha ganado todo. Sin excepciones. Sin embargo, el actor lleva corriendo esa infinita carrera por el Oscar desde 1993, algo que en numerosas ocasiones ha hecho arder las redes, con opiniones de partidarios y detractores. Desde quejas, hasta burlas, memes o ese humor que brota ‘por no llorar’.

De la mano de Alejandro González Iñárritu, el que interpretara al gran amor de la también nominada Kate Winslet en Titanic, se ha hecho con la posesión de un Globo de Oro, un Bafta, el premio del Sindicato de Actores y el Premio de la Crítica. Galardones a los que ha sido nominado en innumerables ocasiones, y de los que ha sido ganador en otros tantos, pero nunca todos por un mismo papel. Hasta ahora.

Sin duda alguna, la más polémica de sus nominaciones sin éxito a la estatuilla hollywoodiense fue la de 2013, año en que el fiel defensor del medio ambiente luchaba gracias a su papel protagonista en El Lobo de Wall Street. Precisamente por ello, las posibilidades de que este año la Academia por fin se decida a premiar el exquisito trabajo al que DiCaprio nos tiene acostumbrados pueden verse ligeramente aumentadas, permitiendo al actor alzarse con su primera estatuilla de una manera aún más triunfante: con su mejor trabajo hasta la fecha.

Tantas veces ha rozado el escenario del Dolby Theatre como veces ha sido olvidado injustamente en las nominaciones. Pero ese es otro asunto, ya que la Academia muestra rasgos de amnesia también con los actores negros: 14 premios suman entre todos a lo largo de la historia de los Oscar, siendo las mujeres las más perjudicadas. Halley Berry es la única fémina negra ganadora en la categoría de mejor actriz.

La estatuilla dorada, que DiCaprio espera desde hace 23 años, parece aproximarse en esta ocasión, aún más, con El Renacido, de manera que el soltero de oro de Hollywood casi puede olerla. ¿Logrará besarla? El asunto de ‘Un Oscar para DiCaprio’ es tan polémico como el de los pocos cineastas negros premiados. Por tanto, ¿Qué pasaría si 2016 tampoco fuese el año de DiCaprio? Pues bien podría la Academia cerrar sus puertas, ante la agotada paciencia de los que tanto tiempo llevan exigiéndolo. Imaginen las redes sociales. También la carrera del actor podría coger otro rumbo si volviese a casa con las manos vacías: varias teorías hablan de la búsqueda de un papel de héroe de cómic, o incluso de su vuelta a la televisión. Pero lo que seguro que le acompañarían serían los gifs, memes y burlas o quejas en la red, semejantes a los de su ‘caricia accidental’ con Lady Gaga. Esperemos que con la edición número 88 de estos galardones llegue el Renacer de Leonardo DiCaprio.