Dinero: Cómo superar tus creencias limitantes
Por Daniel Colombo |
El dinero es una energía de intercambio que, bien canalizada y aplicada, nos permite desplegar de mejor forma nuestro hacer en el mundo. Sin embargo, una gran cantidad de personas tienen lo que se llaman “creencias limitantes” respecto al dinero, y debido a esto, en forma consciente e inconsciente, padecen sus consecuencias.
Independientemente del estilo de vida que lleves, si tienes creencias que limitan el flujo de abundancia -en este artículo enfocado en el dinero- la invitación es a revisarlas y a cambiarlas paulatinamente, para que puedas abrirte a una experiencia de mayor fluidez.
Sucede que, en forma inconsciente, quizás hayas sido programado desde que naciste con un sentido de carencia, donde el dinero no era bienvenido en tu vida; y así, sin quererlo, estás replicando esto en el presente.
· 10 creencias limitantes sobre el dinero
Si bien hay muchas más, a veces reforzadas por los dichos populares, estas son 10 de las creencias generalizadas que limitan la posibilidad de llegada de dinero a tu vida.
Es necesario tener en cuenta que puede haber muchas más creencias que imposibiliten tu acceso a esta fuente de energía que se utiliza en el mundo. La buena noticia es que, así como hay personas que se hicieron desde la miseria y hoy tienen grandes imperios, negocios y proyectos muy prósperos, es posible cambiar de raíz estas creencias, si te comprometes a consciencia.
Puede ser un proceso lento y gradual, donde irás trabajando una por una, antes de pasar a la siguiente: no es posible desactivar toda una cadena de creencias de golpe, de un día para otro. Quizás quieras buscar ayuda en un entrenador o un psicólogo para superar este tema que, en muchos casos, se transforma en patología.
“La abundancia no se trata del dinero: se trata de cambiar tu estado mental” (Daniel Colombo)
A continuación, encontrarás una lista con 10 de las creencias limitantes más frecuentes.
¿Cómo cambiar? Una creencia se cambia por otra creencia de signo opuesto y positiva. Como siempre, el éxito depende exclusivamente de ti (no de lo externo) y de tu compromiso y convicción por querer cambiar. El proceso es lento y paulatino.
1. El dinero es malo/sucio. Esta frase se escucha hasta el hartazgo desde niños, sobre todo cuando el dinero es escaso o provienes de familias pobres o vulnerables. Funciona sobre una lógica equivocada, ya que el dinero, en sí mismo, no es ni malo ni sucio; lo que puede distorsionar su uso, es lo que hacen las personas en sí.
2. Si tienes dinero, algo malo debes haber hecho. Se asocia con la deshonestidad y la poca honra; y se ha reforzado inconscientemente con aquella frase letal de “pobre, pero honrado”.
3. El dinero es sólo para gente rica. Si bien es cierto que el dinero es un imán, porque cuanto más tienes, más te llega, hay millones y millones de ejemplos en el mundo de personas que partieron de la más absoluta pobreza y están entre los más ricos del mundo. Incluso personas sin ningún tipo de instrucción o conocimientos han creado imperios. Busca sus biografías, estúdialas, aprende acerca de cómo lo lograron, y verás que no fue de la noche a la mañana.
4. El dinero sólo trae problemas. Otra creencia muy reiterada, ya que presupone que cuanto más tienes, más inconvenientes atraerás a tu vida. Es una victimización de quienes eligen no arriesgarse ni tomar la abundancia que siempre está presente, aunque tus creencias limitantes no permiten que la veas ni disfrutes.
5. No mereces tanto dinero. Aquí entra en juego un componente emocional muy fuerte, que es el sentido de merecimiento. Si has vivido muchas privaciones económicas en la vida, y tus padres han sido pobres, es posible que debas considerar que ya eres adulto y tienes la responsabilidad de tu vida. ¿O vas a seguir viviendo -también en este aspecto- una vida de limitaciones replicando lo que ellos hicieron? Si lo has padecido, quiere decir que no te gustaba; puede ser que te hayas acostumbrado. El cambio es interno y empieza por ti, no por lo externo.
6. A mis padres les costaba ganar dinero; por eso, a mí también. Otra de víctimas, que lo único que quieren es poner afuera lo que debe estar dentro: tu responsabilidad personal.
7. No hay suficiente para todos. Uno de los grandes problemas del mundo (y te incluye) es que el mundo es muy abundante: lo que falla es la distribución de riqueza. Si te quedas esperando que venga alguien a darte tu porción, seguirás pobre toda tu vida. Es preferible que la generes por ti mismo, con tu esfuerzo, y que la conquistes paso a paso. Un ejemplo concreto: alguien en extrema pobreza siente que está agotado de esa situación, decide pensar y crea algo genial. Empieza a ponerlo en marcha y obtiene un pequeño ingreso; y lo va multiplicando hasta hacer grande su proyecto. Como verás, “abre” y “toma” la oportunidad con su fuerza de voluntad y persistencia a partir de una situación individual que eligió cambiar para siempre.
8. Soy pobre, y así moriré. En términos de transformación personal, esto se llama “decretar”. Es como si alguien superior, que en realidad eres tu mismo, emites un dictamen de que tu vida será siempre así. ¿Adivina qué es lo que obtendrás a cambio?
9. Si tengo dinero, soy mala persona. Así como hay personas ricas sumamente corruptas, y personas pobres igualmente indeseables; lo mismo sucede a la inversa. En todos los tipos de personas del mundo hay actitudes buenas y de las otras. Entonces, debes elegir de qué lado estar y cómo quieres permitir que la abundancia entre a tu vida. La riqueza es algo que tu mismo puedes generar; es infinita, como, por ejemplo, el amor. Cuanto más entregas, más sientes, más recibes.
10. El dinero no hace la felicidad. Finalmente, otra de las grandes excusas que las personas pobres eligen para victimizarse, y echarle la culpa al gobierno, al sistema, a su familia, a sus antepasados ricos que no lo heredaron, etcétera. La felicidad es una conquista interna que nada tiene que ver con el dinero: es un proceso individual; por eso hay personas ricas sumamente felices y plenas; y pobres sumamente infelices. Y todo lo contrario. No te creas estos paradigmas: anímate a desafiarlos y cambiarlos, si es lo que quieres.
Cambia tus cadenas de creencias con algunos puntos de partida de los que aquí hemos compartido, y verás cómo, en pocos años, tu vida dará un giro importante… si así lo eliges y lo sostienes todos los días de tu vida.
Daniel Colombo | www.danielcolombo.com | Tw @danielcolombopr | Ig: @daniel.colombo
Coach especializado en alta gerencia y profesionales; conferencista internacional; escritor y comunicador profesional
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