‘Compararte con los demás solo dificulta tu progreso’ por Christopher Barquero
Christopher Barquero | Life Coach @ChrisBarquero |
El otro día vi una película que se llama The Joneses, una de esas que muchos y hasta la crítica, han catalogado como de «domingo» pero que si la vemos con ojos de conciencia nos deja reflexionando y la introspección del tema que trata es importante para avanzar en nuestra vida como mejores seres humanos y hacia nuestras metas. El mensaje es claro: definitivamente compararte con otras personas solamente dificulta tu progreso; no lo ayuda.
La cinta trata de una familia que recién llega a una residencia -un «matrimonio» y sus dos «hijos» adolescentes-. Son una familia que lo tienen todo, no carecen de nada; son guapos, elegantes, siempre a la moda, con dinero, clase y poseen los últimos avances de la tecnología, autos del año recién lanzados al mercado, lujos al por mayor y sin escatimar en nada. Una vida de opulencia, glamour y confort que, sin duda, gira en torno al mundo material.
Y ¿cómo no?, Los Jones eran un escaparate viviente, su misión: conseguir vender todo lo posible. Crear la necesidad de consumo entre sus adinerados vecinos y así aumentar sus porcentajes de ventas.
Y es que los «Joneses» no eran una familia, sino empleados de una agencia de publicidad. Los autos, la ropa, la comida, las joyas, el mobiliario, la casa donde vivían, había sido puesta ahí por la agencia de publicidad con el único objetivo de que los miembros de la «familia», que no eran más que -vendedores modernos- les mostraran a sus vecinos las novedades, les contaran las bondades y éstos salieran en busca de todo aquello que se convertiría necesario tener.
El apellido de la familia Jones fue muy bien elegido, porque como sabemos en Estados Unidos existe una expresión keeping up with the joneses que se refiere a mantener el nivel de vida de los vecinos. Y cuántos casos de estos conoces o quizás tú mismo has sido o eres uno de ellos: que si el vecino se compra un auto nuevo hay que adquirir uno igual o superior. Si se va de vacaciones a Paris nosotros nos vamos a Australia. Si sus hijos están en tal universidad, los nuestros van a esa o a una superior.
La película nos muestra lo que se llama marketing viral, de guerrilla o furtivo, el cual, en la actualidad, es puesto en práctica por algunas empresas, intentando llegar a ámbitos o estratos sociales a los que nunca podrían llegar y dar una imagen distinta y coquetear con esos consumidores por otro medio. Las empresas no lo realizan directamente, sino que lo hacen a través de agencias especializadas en ello.
El caso es que muchos, estoy seguro, en algún momento de la vida, hemos caído en ambas cosas, en querer tener lo último de lo último y todo lo que podamos y un poco más -no importa cuán saturadas estén las cuentas, las deudas y lo que tengamos que pagar -por aparentar tener un nivel social y económico para ser «aceptados» en un círculo social.
O bien, hay muchos que, sin ser contratados por agencia alguna ni dedicarse a vendedores de este tipo de marketing, lo hacen ad honorem inconscientemente. Podríamos decir que tienen esa profesión adicional a las labores que conscientemente realizan, es parte de su vida mostrarle o sacarle los ojos a los demás con sus bienes y posesiones.
No hay nada que no tengan o que quieran y que no compren. Puede ser porque en realidad su mundo es tan superficial que sólo eso disfraza el vacío emocional y sentimental que deben sufrir -porque créanme que la mayoría de los casos tratan de comprar todo menos lo que más desearían: amor o paz, que no tiene precio ni se vende- o bien, empeñan hasta el alma por tener todo eso que les da un plus en esta vida ante la sociedad.
Uno de los momentos que más me dejó pensando de la película es cuando la protagonista se percata de que aunque sea un trabajo, ella no tiene una vida propia, simplemente está vendiendo para obtener comisiones, pero ni la «familia» que ha formado es verdadera. Ahí es cuando debe decidir si sigue en ese tipo de vida, en ese trabajo tan falso como la vida real de muchos, o buscar una vida propia aunque tenga que alejarse de las ventas millonarias que realiza.
Ella decía que mientras llegaba a comprender qué era lo que deseaba de la vida, le gustaba tener que fingir una vida perfecta para crear consumismo en los demás, que al menos le daba una vida falsa, una vida que había tenido en 6 ocasiones y en diferentes lugares.
Otro momento cumbre de la película que te pone a pensar es un vecino, quien sin saber que la familia que tiene todo y vive esa «vida perfecta» no es real, empieza a adquirir todo lo que le es posible, dejando de pagar su casa, las tarjetas de crédito y termina suicidándose porque todo lo debe y le van a embargar la casa.
Yo te pregunto, ¿cuánto tienes de los Joneses por el afán del consumismo? y ¿cuánto tienes de los vecinos que se volvieron locos por comprar todo lo que ellos sin darse cuenta que les vendían?
Te pregunto además todavía más allá de lo material: ¿qué vendes en esta vida a los demás?, ¿qué proyectas?, ¿motivas o alejas a los demás hacia sus metas?, ¿qué generas en los demás con tus acciones y palabras?, ¿vendes la idea de tener buenos pensamientos o te la pasas en negativo quejándote?, ¿qué provocas en quienes te rodean?, ¿qué clase de ejemplo das a tu familia y allegados?, ¿a qué le das valor en tu vida: a quien eres o a lo que tienes?, ¿tienes claro hacia donde vas y desde donde estás qué puedes hacer para llegar a tu meta sin tener que aparentar o ser otra persona?, ¿estás satisfecho con quien eres?, ¿estás conforme con lo que has logrado en tu vida?, ¿hacia donde vas?, ¿es tu vida completa a pesar de todo lo que tengas?, ¿eres de los que agradecen lo que tienen o pasan enfocados en lo que les hace falta?, ¿te comparas con los demás?, ¿gastas de más o inviertes?, ¿necesitas todo lo que compras?, ¿compartes?, ¿generas estrés o paz a tu alrededor?
¿Qué es lo que tú como persona realmente, de corazón vendes? ¿Te sientes bien con eso que vendes y que proyectas?
Por muchos años yo fui un Joneses y a la vez uno de sus vecinos ¿y tú?
Reflexiona, medita y responde…
Y recuerda: ¡a sonreír, agradecer y abrazar tu vida!
¡Gracias por existir, compartir y estar!
Christopher Barquero | Twitter: @ChrisBarquero | Facebook: Chris Barquero | Instagram: @ChrisBarquero
Christopher Barquero es periodista, productor y conductor de televisión costarricense radicado en México. Trabaja para la cadena Televisa y es colaborador de CNN. También dirige su propia agencia de relaciones públicas y mercadeo. Christopher es Life Coach, dedicado a impartir sesiones de Life Coach, Coach Ejecutivo y Empresarial. Es ferviente seguidor de las filosofías para el desarrollo, crecimiento personal y espiritual del ser humano, así como todo lo relacionado con la inteligencia emocional, autoayuda, meditación, metafísica, alimentación, ejercicio, programación neurolingüística, aplicación mental, kabbalah y yoga. Actualmente escribe su primer libro, una guía para el bienestar emocional, físico y espiritual.
Foto: Compararse Shutterstock
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