Para las nuevas generaciones, vivir es cada vez más sinónimo de estar frente a la pantalla, conectados a la red y tener una presencia virtual en internet.
Según el Instituto Nacional de Estadística, en España, en el año 2021, casi el 100 % de los menores de entre 14 y 15 años utilizaban frecuentemente internet a través de sus smartphones.
Igual que el comer o el dormir, las pantallas están presentes en su día a día. Las utilizan para socializar, en clase y en su tiempo de ocio.
El mito del “nativo” digital
Hace ya dos décadas que el escritor estadounidense Marc Prenksy introdujo el término “nativo digital” para referirse a todo aquel que por nacer rodeado de esta tecnología aprendía a utilizarla de manera intuitiva.
A lo largo de los últimos años, hemos asumido que los jóvenes por ser “nativos digitales” ya saben utilizar y gestionar la tecnología digital. No obstante, la realidad parece ser bien distinta. Investigaciones recientes han demostrado que los jóvenes no poseen esta capacidad crítica y responsable del uso de las pantallas.
Una nueva vida, la vida ‘onlife’
Las interacciones entre los jóvenes surgen indistintamente a través de sus redes sociales favoritas o de la interacción cara a cara. El tiempo desconectado (offline) que cualquier grupo de jóvenes pasa en la plaza de su barrio, también se convierte en un tiempo online pues están al mismo tiempo mirando sus pantallas.
Mientras interactúan cara a cara, sus redes sociales también pueden llenarse de interacciones (me gusta, comentarios, menciones…). Subir un reel a Instagram o TikTok se ha convertido de forma natural en un medio de socialización de los grupos de pares.
Para estas nuevas generaciones la frontera entre los mundos online y offline es muy difusa, tanto que casi no existe: viven una vida onlife. Las pantallas y la conexión no son más que una extensión del mundo virtual y el físico.
Una vez que entendemos que las pantallas han llegado aquí para quedarse, la cuestión que surge es si están realmente preparados los jóvenes para gestionar el uso de las pantallas. ¿Cómo afecta a la construcción de sus personalidades esta continua existencia digital?
Una identidad plenamente digitalizada
Los jóvenes dan sentido a su identidad a través de los espacios de ocio y cultura popular. Estos lugares son hoy tanto físicos como digitales.
Analizar la situación real y actual de la identidad digital de los jóvenes y plantear posibles vías de entendimiento y acción educativa es el objetivo de nuestro proyecto CONECT-ID.