Enero 06, 2019

7 consejos para convivir con personas negativas en el trabajo

7 consejos para convivir con personas negativas en el trabajo

Por Daniel Colombo | Como sabemos por experiencia, el convivir con personas negativas insume una cantidad extraordinaria de paciencia y energía personal; se desgastan las relaciones y, en el tiempo, se dificulta todo tipo de contacto saludable, ya que de alguna forma empezamos a evitarlas.

Para la ciencia esto tiene su razón de ser: en una investigación realizada por el Framingham Heart Study de Framingham, Massachusetts, dedicado a estudiar los padecimientos coronarios, se ha descubierto que, cuando estás expuesto a personas que permanentemente generan estímulos negativos -por ejemplo, la queja, la crítica, el enojo, la ira, y la sensación de decepción y frustración por todo y todos-, en tu organismo se produce la misma reacción emocional cuando estás estresado en extremo. Esto significa que, cuanto más toleras esa situación, se deteriora rápidamente tu salud emocional y mental.

La persona negativa vive en un permanente estado de preocupación, y, como lo transmite a través de su energía vital, se contagia. De allí que estar rodeado de ellos puede provocarte que comiences a ser uno de su clan en poco tiempo.

7 consejos para convivir con personas negativas en el trabajo

Evita discutir.

Un mecanismo inconsciente de cualquier humano negativo es querer provocar discusiones todo el tiempo. Lo peor que puedes hacer es engancharte en su código. Al eliminar ese estímulo de tu parte, anularás ese tramo de su comportamiento nocivo.

 

Mantén tus hábitos positivos

Por más que la persona se esfuerce en llevarte a su terreno, mantén a raya tus propios pensamientos negativos reforzando todo tu espíritu constructivo y positivo.

 

Elimina la tendencia a querer cambiar al otro.

Muchas personas quedan ancladas en el proceso de querer que la otra persona cambie de posición. Esto no será factible si el otro no lo ve, y tampoco quiere recibir ayuda.

 

Busca comprender

Sobre todo, en los casos donde hay antecedentes de base para la conducta que pueda reflejar una permanente negatividad, es conveniente colocarse en una postura de comprensión, aunque no de lástima o amparo a la victimización del otro, ya que esto no le ayudará. La sonrisa es un excelente aliado para empatizar y no mimetizarse con el otro.

 

Poner límites

En muchos casos funciona que, cuando ya estás harto de la negatividad de la otra persona, establezcan un código (un gesto, una palabra, una acción mínima) que al otro le ponga freno. Esto evitará que se pasen límites que no estás dispuesto a tolerar.

 

Suprime los chantajes emocionales

Uno de los mecanismos preferidos es endilgarte responsabilidades que no tienes sobre su comportamiento negativo. La persona de este tipo (puede ser tu pareja, amigos, familiares, compañeros de trabajo, tu jefe) buscará generar puntos de disputa si te ven positivo y equilibrado emocionalmente, como fin para expandir su estado interno de negatividad. La sugerencia es ser terminante y no entrar en ese juego perverso. Evita la simbiosis con la negatividad del otro.

 

Acompañar si el otro quiere buscar ayuda profesional

La intención es que, todos, mejoren su calidad de vida.

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