«Xdoll»: El nuevo prostíbulo de muñecas sexuales
Esta nueva tendencia sexual es un territorio inexplorado -o poco conocido- por la humanidad, del que aún no se han proyectado las posibles consecuencias a largo plazo
Recientemente abrió una tienda de alquiler de juguetes en París un tanto particular. El XDoll del distrito 14 se une a la lista de locales ya conocidos en Alemania, Reino Unido, España, Países Bajos o Austria por sus ofertas en servicios por horas de cuatro muñecas sexuales en tres dimensiones y un peso de entre 20 y 30 kilos, si están dispuestos a pagar 5 mil euros por unos cuerpos que no tienen rival ni en los catálogos de lencería.
La realidad de esta nueva tendencia es que son muñecas sexuales que van más allá de un trozo de plástico caro. Su diseño persigue la suplantación de una versión idealizada y exuberante de la mujer.
Gracias a los avances científicos, estas muñecas poseen un mejor diseño, más detalles hiperrealistas y mayor verosimilitud con respecto al cuerpo humano femenino, según reseñas de clientes y creadores.
En este sentido, se quiere que sea una réplica perfecta de una mujer; salvo por una condición: ella nunca te dirá que no, o que sí.
De esta forma, las muñecas permiten a los hombres –la clientela más frecuente- que den rienda suelta a sus fantasías sexuales sin consecuencias o remordimientos dogmáticos.
Debido a este increíble e inusual éxito de ventas, se están creando muñecas con aspecto de niñas que se oponen mediante gemidos a ser utilizadas sexualmente, algo que va más allá de las famosas ‘50 sombras de Grey’, o cualquier escrito, película, o iniciativa antes vista.
Cabe destacar que muchas réplicas fueron retiradas de los prostíbulos y las ferias porque sufrían malformaciones debido a los golpes de los clientes. En Barcelona, los clientes que pedían explícitamente recrear violaciones con ellas, eran echados del local inmediatamente.
La ley no puede con los Xdoll
La experta en sexualidad María Esclapez expuso que “tener relaciones sexuales con una sex doll permite saltarse lo que se conoce como la “fase de acoplamiento sexual”. Es decir, ese período que puede durar meses o incluso años para algunas parejas y que permiten crear vínculos de empatía.
Es bien sabido que la humanidad rechaza aquello que desconoce o representa un cambio, y en Francia no hay excepción.
Según denunciaban los adversos a este nuevo producto, el comercio debería ser ilegal. Desde 1946 están prohibidos los prostíbulos en Francia, y aquellos a quienes se les identifique solicitando estos servicios, son multados con miles de euros. Pero como indicó la policía, allí no trabajaba ninguna mujer real.
En este particular, la prostitución, según el Artículo L.225-5 del Código Penal francés, se refiere a seres humanos y no a objetos, por lo que no importa cuánto protesten las asociaciones, y sus alegatos de apología de violación, al parecer este naciente negocio pica y se extiende, ganando cada vez más fama y adeptos, dentro y fuera de Francia.
Con información de: BBC MUNDO | I PROFESIONAL |
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