Tomás Elías González Benítez: “No hay que subestimar la temperatura a la que se sirve el vino”
El vino es una bebida imprescindible en cualquier celebración. Y aunque la tendencia en la zona mediterránea es servirlo muy frío, se trata de una regla que no debemos aplicar en todos los casos. El enólogo Tomás Elías González Benítez advierte que “una temperatura equivocada puede estropear por completo el sabor de una buena botella de vino”y nos recomiendaadecuar la temperatura a la que se sirve.
¿De qué depende esa temperatura? “Sobre todo del tipo de vino. Los blancos y los espumosos son los que más fríos se sirven, pero nunca por debajo de los 2 ºC”, nos confirma el experto. Además, hay que tener cuidado de que no se sobrecaliente, ya que por encima de los 20 ºC se notará demasiado el alcohol y los sabores dulzones.
¿Cuál es la temperatura ideal para tomar el vino?
Como señala el experto, la temperatura ideal depende del tipo de vino del que sea la botella. “Los vinos espumosos, como un cava o un vino de aguja, son los que se pueden presentar a una temperatura más baja, en torno a los 7ºC”, afirma a Tomás Elías González Benítez «Los blancos dulces también se degustan mejor a una temperatura de 8 ºC, seguidos por los tintos jóvenes”.
Son los tintos los caldos que deben consumirse con una mayor temperatura. “Un tinto reserva o gran reserva tiene que tomarse en torno a los 17 ºC, mientras que la temperatura ideal de un crianza es de 15 ºC”, confirma el experto. Los generosos y los blancos en barrica tienen una temperatura de consumo entre la media de ambos extremos, alrededor de los 11 ºC.
¿Por qué es importante la temperatura a la hora de tomar el vino? “La temperatura”, comenta González Benítez, “afecta mucho a las cualidades del alcohol. Una temperatura muy baja puede enmascarar el sabor, perdiendo el aroma y la acidez del vino, por ejemplo”.
Tomás Elías González: “Hay que tener cuidado con la manera en la que enfriamos el vino”
Pero si es importante la temperatura a la que tomamos el vino, más importante es el cómologramos que consiga esa temperatura ideal. ¿Qué ocurre cuando te regalan una botella devino blanco para la cena y necesitas enfriarla en apenas media hora?
El primer pensamiento sería meterla al congelador, donde más frío hay (¿quién no lo ha hecho con una cerveza?). Sin embargo, esta aparente solución es una mala idea: los cambios bruscos de temperatura también afectan a las cualidades organolépticas del vino, por lo que enfriarlo por la vía fácil (o calentarlo acercándolo a una fuente de calor) no es una buena opción.
Si tenemos prisa por enfriar un vino, el experto Tomás Elías González recomienda introducirlo en un recipiente con agua y hielo al 50%. “De esta manera, el vino se enfriará en menos de 5 minutos, pero de manera gradual y natural al estar en contacto con el líquido. Hay que tener cuidado con la manera en la que enfriamos el vino, y lo ideal es tener refrigeradores a la temperatura adecuada para cada uno de ellos, pero es no es lo habitual en los hogares”.
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