Mayo 18, 2013

Sobre cómo Internet está cambiando la manera en la cual percibimos el mundo

Sobre cómo Internet está cambiando la manera en la cual percibimos el mundo

Mucho se ha discutido en la última década (y con más énfasis en los últimos cinco años) sobre la influencia que Internet y sus herramientas tienen sobre la sociedad, e incluso sobre nuestras mentes, pero sin hechos comprobados, por lo que durante un tiempo estas discusiones caían más en el terreno de lo mitológico que de lo científico; sin embargo, recientes estudios han puesto los hechos sobre la mesa y la verdad es que, créanlo o no, Internet (o los social media) modifica nuestro proceso cognitivo.

En diversos estudios (dados a conocer por medios tan prestigiosos como el Daily Mail y la CBS) se comprobó que el uso constante de los social media provoca efectos como la “aceleración” de la vida, esto es que, como en Internet todo está a la disposición en un tiempo impresionantemente corto, nuestra paciencia disminuye a límites de intolerancia mientras nuestro umbral de atención es apenas cinco segundos largo cuando hace diez años era de doce minutos.

Otro efecto destacable es que los jóvenes tienen períodos de atención mucho más cortos que los mayores lo que indica que la tecnología y los medios sociales modifican el cerebro en mayor medida que la edad. Por ejemplo, 25% de los adictos a la tecnología olvida los nombres o detalles personales de sus amigos, mientras 7% de ellos olvida –de vez en cuando- sus cumpleaños a la vez que se ha hecho mucho más común dejar la comida quemarse en la estufa.

Es tal la disminución en la concentración -incluso en las tareas simples- que tan sólo en el último año el Reino Unido percibió una pérdida de 1.6 billones de libras en hechos relacionados con la falta de atención.

Este déficit causa, entre otras cosas, que el cerebro se reinicie cada vez que emprende una nueva tarea (si pensamos en la cantidad de enlaces y ventanas que podemos manejar al mismo tiempo mientras estamos en Internet notaremos cuántas veces se reinicia nuestra mente en un corto periodo). Entretanto, el empleado promedio, quien tiene acceso a Internet gran parte de su tiempo en la oficina, interrumpe su trabajo aproximadamente 30 a 40 minutos por hora, lo cual explica el enorme monto que perdió el Reino Unido en 2010 gracias a la influencia de los social media.

¿Pero qué de las redes sociales? Los gigantes Facebook y Twitter también manejan cifras astronómicas, aún para estos gigantes: 500 mil personas se unen a la red de microblogging diariamente y, entre todos los miembros de esta comunidad, 12 millones de ellos siguen al menos 64 cuentas cuando 1.5 de los mismos siguen más de 500 cuentas.

Por su parte, Facebook tiene el record de generar un consumo de 700 billones de minutos en sus redes. Mensualmente. Por sus usuarios. Los miembros de la red social instalan, diariamente y a nivel mundial, 20 millones de aplicaciones (la mayoría de ellas para distraerse) mientras 41.6% revisa constantemente su perfil a través de sus teléfonos móviles.

Como si fuera poco, un estudio llevado a cabo por la Universidad de California (UCLA) determinó que apenas cinco horas de surfeo en Internet cambian la manera en la cual nuestro cerebro funciona, generando más actividad en las áreas de resolución de problemas y toma de decisiones, por encima de quienes no acostumbran a usar la súper red.

Entretanto, los sondeos han demostrado que quienes leen solamente bloques de texto comprenden lo leído mucho más que quienes leen textos e imágenes integrados; es decir, los muy llamativos (pero obviamente nocivos, al menos para la comprensión) bloques de texto y video interrumpen el proceso mental de discernimiento, lo que constata que nuestros cerebros no son órganos estáticos sino que se adaptan a las experiencias a las cuales son sometidos.

En 2009, una investigación aplicada sobre estudiantes universitarios encontró que los medios sociales hacen a las personas egocéntricas y que, de los estudiados, más de la mitad (57%) piensa que las nuevas generaciones usan los medios digitales como una herramienta de promoción. Igualmente, 40% de los entrevistados aseguró que la autopromoción que les permiten los social media les es útil para obtener éxito.

Pudiéramos creer, quizás por el relativamente novedoso uso de los social media que los mismos no tienen repercusiones –a largo o mediano plazo- sobre nuestros procesos mentales, pero sí los tienen, sino que lo digan los estudiantes forzados (en honor a la ciencia) a dejar Internet por 24 horas y que reportaron cansancio e inquietud, sentir vibraciones fantasmas de sus teléfonos móviles o la necesidad de alcanzar un teléfono que simplemente ya no estaba allí.

La adicción a los medios sociales es real, así como las secuelas que su uso (excesivo o no) generan en nosotros; sin embargo, a pesar de la importancia que estos tienen en la vida actual, los efectos de los social media no han sido estudiados en profundidad, todavía, aunque la tendencia está cambiando y cada día son más los expertos dedicados a entender estas transformaciones y, quizás, a enseñarnos cómo manejarlas a nuestro beneficio (o al menos al de nuestro cerebro).

Una colaboración de Rosa Ramos @rercdice 
Fuente: singularityhub.com

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