Rompiendo barreras
Por Ismael Cala |
Recientemente tuve la oportunidad de volver a escuchar a la mexicana Adriana Macías, auténtica rompedora de paradigmas y mujer apasionada, a pesar de los obstáculos que le impuso la vida. Durante la conferencia que ofreció en el “Cala Encuentros: Rivera Maya”, pude observar cómo a esta empresaria, abogada y actriz sin brazos, le sobran alas para conquistar sus sueños.
Adriana nació rodeada de personas que tienen todas las partes de su cuerpo como herramientas para realizar cualquier cosa en la vida. Confiesa que, de niña, sintió gran miedo. No por el hecho de que le faltaran los brazos, sino por no poder llegar a realizar todos los sueños que había imaginado.
Para el escritor Doménico Cieri Estrada, “son precisamente nuestros límites humanos los que nos unen, los que nos hacen fraternos”. Precisamente, Adriana tuvo la suerte de recibir el apoyo de sus familiares, quienes, con actitud, paciencia y amor, le ayudaron a convertir una discapacidad en una oportunidad.
Sus propias condiciones le hicieron “cambiar el chip” y descubrir su destino de vida. Estudiar una carrera o un oficio solo tiene sentido si encuentras una finalidad de abundancia para aportar algo al mundo, servir a los que te rodean. Como la propia Adriana dice, “dejar a las personas mejor de como las conociste”.
Con una habilidad impresionante en sus pies, utilizándolos como manos, Adriana estudió Derecho, aunque no ha llegado a ejercer como abogada. No ha tenido tiempo en los más de 20 años que lleva como conferencista.
Somos energía y eso es lo que exudamos, sea amor, miedo o violencia. Si trabajamos con nuestra energía, pensamientos y emociones, podemos superar situaciones aparentemente imposibles.
Los seres humanos estamos en constante crecimiento y aprendizaje, un concepto que a veces olvidamos cuando el límite implica un gran esfuerzo. La perseverancia y el control de las emociones —para evitar frustrarnos y enojarnos— son claves para seguir hacia adelante. Para que una persona con capacidades diferentes, como le sucede a Adriana —por la ausencia de extremidades—, pueda transformar su vida y demostrar al mundo que el amor, la actitud y la esperanza nos harán alcanzar nuestros sueños.
Ismael Cala | www.ismaelcala.com | Twitter @Cala
Foto: Rompiendo barreras / Shutterstock
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