Las protestas continuarán en Iraq mientras se ignoren las demandas de la gente
La situación no puede resolverse con medidas coercitivas, eso sólo alimentará el enojo y la desconfianza de la gente, advierte la enviada especial de la ONU a Iraq. La gran mayoría de los manifestantes son personas pacíficas que buscan una vida mejor y es responsabilidad del Estado protegerlas, señala.
Los cientos de miles de iraquíes que salen a las calles a protestar, encabezados por los jóvenes, expresan su frustración ante la pobreza de las perspectivas económicas, sociales y políticas, y demandan un futuro sin corrupción, intereses partisanos e interferencia extranjera, afirmó este martes la enviada especial de la ONU para Iraq.
En un informe al Consejo de Seguridad, Jeanine Hennis-Plasschaert señaló que pese a buscar un país más próspero que beneficie a todos, los manifestantes están pagando un precio muy alto por hacer oír sus voces.
“Más de 400 personas han sido asesinadas y al menos 19.000 han sufrido heridas de inicios de octubre a la fecha”, indicó.
Hennis-Plasschaert dijo que desde la primera noche de protestas, los acontecimientos salieron de control y las autoridades recurrieron de inmediato al uso excesivo de la fuerza.
Crisis de confianza
“La gran pérdida de vidas, los numerosos heridos y la violencia, combinados con un largo periodo de promesas incumplidas, han dado como resultado una crisis de confianza”, aseguró.
La enviada citó además el cierre de medios de comunicación, el secuestro de activistas y la presencia de enmascarados, francotiradores y actores armados no identificados en el contexto de las manifestaciones, subrayando que los responsables de cualquier atropello deben ser procesados según la ley.
Agregó que aunque el Gobierno ha anunciado paquetes de reformas para abordar cuestiones como la vivienda, el desempleo, la educación y los apoyos financieros, éstos son considerados insuficientes y tardíos.
La diplomática informó que a pesar de las terribles consecuencias, las fuerzas públicas no han dejado de usar las armas de fuego con municiones reales ni el gas lacrimógeno, y que continúan los arrestos y detenciones arbitrarias, las amenazas y la intimidación.
Respetar los derechos básicos
En este sentido, recalcó la importancia de que se garanticen los derechos fundamentales de asamblea pacífica y la libertad de expresión.
Asimismo, afirmó que el combate al discurso de odio no significa censurar o cerrar los medios de comunicación, el internet o las redes sociales, ni cuartar la libertad de discurso.
“La vasta mayoría de los manifestantes son personas pacíficas que buscan una vida mejor. Y, debo enfatizar que es responsabilidad del Estado protegerlas”, apuntó Hennis-Plasschaert.
Entre las peticiones de los iraquíes, mencionó la celebración de elecciones libres, justas y creíbles; el combate a la corrupción y la creación de empleos dignos que permitan el desarrollo de los seres humanos.
La enviada se refirió a las consultas que el Gobierno ha celebrado con distintos actores sociales para iniciar un diálogo y advirtió que éste sólo será exitoso si se detienen la represión, los secuestros y los arrestos ilegales.
Con respecto a la renuncia del primer ministro, aceptada el domingo pasado por el Parlamento, consideró que el presidente debe designar un sustituto sin dilación para que éste, a su vez, forme un nuevo Gobierno.
“Los líderes políticos no se pueden dar el lujo de perder el tiempo, tienen que estar a la altura de la situación”, puntualizó.
Visión a largo plazo
Para concluir, Hennis-Plasschaert subrayó la necesidad de una visión a largo plazo y aseguró que las protestas no terminarán mientras se ignoren las demandas de los manifestantes.
“La situación no se puede resolver dándole largas, poniendo parches ni imponiendo medidas coercitivas: este enfoque sólo alimentará el enojo y la desconfianza”, alertó.
Aseveró que Iraq no es una causa perdida y que esta crisis debe dar paso a grandes oportunidades que permitan al país alcanzar su potencial.
“El reto es aprovechar la oportunidad y construir un Iraq soberano, estable, inclusivo y próspero. Éste es el momento de actuar. Las grandes esperanzas de muchos iraquíes piden una visión de futuro”, terminó la enviada especial.
Con información de ONU noticias / Imagen: Shutterstock
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