El edificio de madera más alto del mundo
La estructura diseñada por los arquitectos Andrew Waugh y Anthony Thistleton, de 30 metros de altura y ciento por ciento reciclable, es un buen ejemplo de las posibilidades que ofrece la madera laminada para el diseño y la construcción; con este material se pueden concebir proyectos exigentes, económicamente competitivos y en muy poco tiempo.
La ciudad de Londres ya acoge el edificio residencial de madera más alto del mundo, se trata de la torre Stadthaus N1, situada en el número 24 de Murray Grove. Con nueve pisos, que alcanzan 30 metros de altura y alojan 29 apartamentos, esta construcción se erige como evidencia de que es posible y viable, fabricar estructuras de altura con madera maciza laminada y, al mismo tiempo, cumplir los estándares de seguridad, calidad y confort de una edificación tradicional.
El proyecto, cuya inversión ascendió a 3.5 millones de libras, ha sido financiado por Metropolitan Housing Trust, una fundación benéfica cuyo objetivo es crear y comercializar viviendas asequibles para familias con ingresos bajos o moderados.
El edificio consta de una primera planta de concreto construida convencionalmente, sobre la que se montaron ocho pisos de madera laminada, con tres plantas de apartamentos familiares, que tienen vista a la parte trasera del edificio, y cinco plantas superiores de apartamentos de mayor precio y oficinas.
El Stadthaus N1 fue diseñado, en colaboración, entre los arquitectos Andrew Waugh y Anthony Thistleton, la empresa de ingeniería estructural Techniker, y KLH Massivholz GMBH, fabricante de paneles estructurales de madera.
El edificio, de 17 m x 17 m, está sustentado sobre cimentación de hormigón reforzado; lo que, para una construcción tan ligera, supera la normatividad de seguridad europea; la primera planta fue construida de concreto y el resto de la estructura consiste en una “colmena” de paneles de madera laminada maciza que cumplen la función de muros de carga, cerramientos y distribución.
El diseño es similar a un panal de abejas porque cada lámina de madera está ubicada en un patrón simétrico entorno a un núcleo central, en este caso, una gran cruz de madera maciza laminada que soporta la mayor carga, y que tiene una densidad superior a la de cualquier edificio de estructura de madera.
Cada apartamento tiene paredes en común, y cada panel se encuentra unido al suelo y, de allí, a ras del techo se ubican y fijan las paredes del siguiente nivel, y así sucesivamente hasta lograr los nueve pisos del edificio.
Gracias a la excelente cimentación, al eje central estructural y a la disposición de las placas longitudinales y transversales en forma de entramado, tipo “colmena”, el edificio distribuye eficientemente los esfuerzos y cargas; es muy seguro y sólido, tanto así que –en caso de necesidad – las placas independientemente pueden ser retiradas, remplazadas o agregadas, por deterioro, vandalismo o combustión localizada.
Esta flexibilidad permite plantas versátiles, lo que resulta muy interesante para el propietario, que puede personalizar los espacios interiores de su vivienda.
Los paneles de madera laminada, proporcionados por la firma KLH, con sede en Austria y que también proporciona la madera de las casas B-House y que disponen del certificado europeo PEFC (1), que garantiza que la materia prima utilizada proviene de una explotación forestal ecológica, económica y socialmente responsable.
El Stadthaus N1 fue construido con planchas cortadas a la medida, en la planta austriaca de KLH de tres y cinco capas de abeto, encoladas y pegadas en disposición cruzada, con espesores entre 95 mm y 158 mm; características que reducen al mínimo la contracción del tablero, a la vez que aumentan la rigidez y resistencia significativamente.
KLH, la empresa proveedora, ofrece placas de gran formato de máximo 16,50 m; con un ancho de 2,95 m; y un grosor de 0,50 m, que se comportan mejor estáticamente debido a la cantidad mínima de juntas o uniones en comparación con las planchas de formato pequeño. Para la producción de la plancha de madera maciza los constructores solamente emplearon material seco, con una humedad de madera de 12 por ciento (+/- 2 por ciento), para descartar la presencia de parásitos, hongos e insectos, y utilizaron además tablas sometidas a una clasificación de calidad visual y mecánica.
Después del corte en la planta austriaca de los paneles de madera, éstos fueron trasladados a la obra en Londres; una vez en el lugar, el proceso de montaje fue sencillo y rápido.
El ensamble fue realizado por seis personas que montaron las ocho plantas de madera en 27 días y completaron todo el edificio en 49 semanas.
La madera fue tratada y aislada para la protección contra la humedad y la putrefacción. Las placas exteriores se cubrieron con una capa de aislante térmico, para que tanto en invierno como en verano se lograran las mejores condiciones en lo que respecta a conservar la temperatura y mantener los apartamentos frescos.
Por otro lado, para mejorar el rendimiento acústico y la resistencia al fuego, los paneles fueron recubiertos con lana mineral, un aislante térmico industrial, de alta resistencia, que hace las veces de barrera al paso del calor y el ruido, e impide que a su vez estos salgan. También, entre los paneles, se ubicaron espacios vacíos que proveen un núcleo para atrapar y eliminar variables acústicas y equilibrar la temperatura en épocas calurosas o de frío.
A raíz de los prejuicios asociados a los edificios de altura hechos con madera, los diseñadores del Stadthaus N1 consideraron que no era suficiente fabricar una estructura firme y resistente, sino que también debían ocultar los acabados naturales de la madera para hacer evidente la impresión de solidez y generar confianza en el usuario.
Por esta razón, todas las paredes interiores se recubrieron de una capa de yeso que simula los acabados convencionales de una construcción de concreto moderna. Por su parte, los más de 5.000 paneles de madera laminada que cubren la fachada, fueron pintados de color blanco, gris y negro.
@HoyVerde para @Culturizando
Fuente: Econoticias.com
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