El disputado tercer puesto del cripto podio

Más allá de bitcoin y ethereum (las cuales cuentan en este momento con una capitalización de cerca de 950 mil millones y 200 mil millones de dólares respectivamente) y de la stablecoin tether (criptomoneda que vale un dólar siempre y que se puede utilizar entre otras cosas para vender criptomonedas sin cambiar el beneficio a fiat) existen varias criptomonedas que se están disputando ahora el tercer puesto en el mercado cripto, gracias en parte al vacío que ha dejado la criptomoneda XRP, que venía cerrando el podio con holgura hasta que la SEC presentó en diciembre una demanda contra su empresa madre, Ripple, por entender que la criptomoneda de los bancos era en realidad un valor. Dicha demanda ha estancado su valor entre los 40 y los 50 centavos de dólar, aunque su CEO, Brad Garlinghouse, confía en una solución favorable para la compañía de pagos.

Las otras grandes criptomonedas

Aunque bitcoin se ha ganado un lugar privilegiado en las preferencias de los inversores (podemos encontrarla en todo tipo de formas de invertir, desde los futuros de bitcoin, hasta el trading de bitcoin, el cual se realiza apalancado con los beneficios potenciales y riesgos que ello conlleva) hay otras criptomonedas que han ganado gran fuerza durante los últimos meses, y aunque ahora el tercer puesto lo ocupa tether lo cierto es que no está nada claro cual lo ocupará en el futuro cercano. ¿Cuáles son estas criptomonedas?

Cardano. ADA ha sido una de las criptomonedas que porcentualmente más ha crecido en los últimos meses, si en Nochebuena cada moneda valía 15 centavos (el doble que en septiembre), en este momento vale 1,12 dólares, así que una inversión hecha las pasadas navidades hubiera multiplicado su valor hasta el momento más de siete veces, lo cual ha desembocado en que de forma intermitente esté siendo la tercera criptomoneda más capitalizada del mercado con más de 36 mil millones de dólares, aunque este mercado se mueve tan rápido que el codiciado puesto se pierde con gran facilidad.

Binance Coin. Si se hiciera una lista de referencias para medir el éxito de una compañía sin duda la que haya logrado colocar su criptomoneda como una de las más capitalizadas debería figurar entre los primeros lugares, y esto es precisamente lo que ha ocurrido con Binance Coin, que nació como un token de utilidad que servía para minimizar comisiones del comercio de criptomonedas en la exchange Binance, pero que en este momento cuenta con una capitalización total de casi 36 mil millones de dólares, y un valor individual de más de 231 dólares, ocupando un (volátil) quinto puesto.

Pollkadot. Esta criptomoneda, no tan conocida como otras criptomonedas que se encuentran por debajo de ella como pueden ser las bifurcaciones de bitcoin, nació con la voluntad de posibilitar la interoperabilidad de las distintas blockchain (cadena de bloques en español), poder actualizar las mismas sin necesidad de bifurcaciones a la vez que les proporciona escalabilidad, etcétera. En este momento vale casi 37 dólares, pero en agosto de 2020 su precio no alcanzaba ni los 3 dólares.

A mayor distancia esta XRP, cuya delicada situación se ha comentado al principio del artículo y que de momento la coloca como séptima criptomoneda, con una capitalización de poco más de 21 mil millones de dólares, lo que significa que apenas ha duplicado su valor en unos momentos en los que otras criptomonedas han multiplicado su valor por diez o mucho más.

Diversificar la inversión

Pero el inversor no sólo debe afrontar la difícil decisión de invertir en tal o cual criptomoneda (cómo ya se ha visto a mediados del año pasado podría parecer mucho más inteligente invertir en XRP que en Cardano, ya que mientras la una era la tercera criptomoneda que más capital atraía la otra ni siquiera se colaba en el top ten, pero meses después se ha demostrado que la inversión en la humilde ADA ha sido mucho más rentable que la inversión en la poderosa XRP, ¿Seguirá siendo esto así de aquí a medio año?), sino también debe decidir en qué forma se debe invertir, ya que los métodos no son pocos y conllevan distintos riesgos y distintas ventajas, así que después de decidirse a invertir hay que pensar en la mejor forma de hacerlo, lo cual puede incluir sin problemas una combinación de varios métodos.