Eddie Jaku se siente el hombre más feliz del mundo por haber sobrevivido el Holocausto
El 27 de enero de cada año se celebra el Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas del Holocausto, se declara esta fecha como día internacional no solo para rendir homenaje a las cientos de personas que murieron en los campos de concentración nazi, sino también para tomar medidas y así ayudar a los más jóvenes a crear resiliencia en cuanto a las ideologías de odio.
«Los nazis quisieron que yo odiara. Pero no lo hago», asegura Eddie Jaku sobreviviente del Holocausto.
«Eddie Jaku» nació como Abraham Jakubowicz en Alemania en 1920 dentro de una familia unida que se consideraba alemana y judía. El 9 de noviembre de 1938 la noche que se inmortalizó como «La Noche de los Cristales Rotos», Eddie con tan solo 18 años le tocó vivir lo que sería su peor pesadilla.
Han pasado 83 años de aquél fatídico 9 de noviembre «La noche de los Cristales Rotos» Eddie recuerda como diez soldados nazis irrumpieron su casa donde fue golpeado, también recuerda como su perro quiso salvarlo y evitar que lo golpearan, «los nazis cargaron sus rifles y le dispararon, gritando «En Juden Hund», que significa perro judío», relata Eddie.
Después de una noche traumática, Eddie fue llevado a su primer campo de concentración en Buchenwald donde empezó lo que sería el calvario al que se enfrentó a horrores inimaginables, al llegar a el campo de concentración todos los presos recibían un número.
«Cuando me tatuaron un número en mi brazo izquierdo, eso fue en lo que me convertí: en un número» señala Eddie.
Eddie junto a su padre escapó a Bélgica y luego a Francia donde fue capturado y enviado a Auschwitz. En el camino logra escapar de regreso a Bélgica donde se escondía con su familia, pero en octubre de 1943 Eddie y su familia fueron arrestados y trasladados a Auschwitz donde sus familiares fueron ejecutados. En ese momento pensé, «nunca saldré de este horrible, bárbaro régimen».
En 1945 Eddie junto a 60.000 presos fueron forzados a participar en lo que seria la «Marcha de la Muerte de Auschwitz». Después de caminar kilómetros y de pasar por Buchenwald, otra vez Eddie logró escapar escondiéndose en una cueva donde había estado comiendo caracoles y babosas para sobrevivir. En junio de 1945 fue rescatado, se encontraba muy enfermo y pensando 28 kilos.
Una vez fue trasladado al hospital, se prometió a sí mismo: «Si salgo de esta, seré el hombre más feliz del mundo. Seré servicial, seré bondadoso. Haré todo lo que los alemanes no hicieron conmigo».
Y quizás lo ha logrado… Después de finalizar la guerra, Eddie conoce a Flore, la que sería su esposa. En 1950 deciden empezar de cero y deciden mudarse a Australia.
Hoy en día Eddie es un feliz esposo, abuelo y bisabuelo. Tiene nietos y bisnietos adultos que celebraron con él sus 100 años.
Eddie acaba de escribir sus memorias, no por darse importancia, lo hizo con la idea de dar esperanza a las generaciones futuras. A pesar de sus 100 años, los ojos de Eddie están firmemente puestos en el futuro y la próxima generación.
«Me gustaría que todos supieran mis tres palabras: esperanza, salud y felicidad».
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