Febrero 24, 2019

Cómo tener más constancia

Por Daniel Colombo |

Frases como “Empiezo un curso y lo abandono”, “Quiero hacer dieta, pero al segundo día ya abandoné” o “Ante el primer problema, vuelvo a sentirme inservible” se escuchan por millones cada día.

Vivimos en una época acelerada, donde la mayoría de las personas buscan cambios rápidos, por no decir inmediatos.

La noticia es que cualquier proceso vital, incluso el de cambiar o incorporar un hábito, requiere de tiempo y constancia, porque sólo así visualizarás los resultados que quieres obtener en cualquier ámbito, y, además, sentirás auto confianza en el proceso.

La diferencia entre constancia y perseverancia

Si bien se emparentan, la constancia y la perseverancia no son lo mismo.

La constancia es un hábito de repetición en el tiempo de cierta forma de hacer algo, que sabes que es el mejor camino para obtener lo que deseas.

La perseverancia es una cualidad que te permite sobreponerte a los desafíos, desvíos y problemas que puedan presentarse. Es empezar de nuevo desde el lugar donde abandonaste, capitalizar la experiencia para corregir el rumbo si fuese necesario.

Por lo tanto, la constancia se nutre de la perseverancia, ya que es probable que debas esforzarte para conseguir lo que anhelas.

Guía práctica para tener más constancia

Te invito a explorar esta guía de 7 pasos para ayudarte a ser más constante en cualquier aspecto:

1. Definir tu meta sabiendo que es un proceso.

Por ejemplo, la concreción de un proyecto implica factores múltiples. Teniendo muy en claro la meta, es más sencillo enfocarte en el resultado. Las cosas podrán variar y cambiar los caminos; sin embargo, tu constancia se afirmará en dar los pasos que te conduzcan hacia el destino marcado.

2. Mantener en foco en tu objetivo.

La visualización, meditación, técnicas de creatividad e innovación y despejar la mente, te ayudarán a hacer foco en eso prioritario para ti. El mayor problema de la inconstancia de las personas es la pérdida de atención relevante en “eso” que tanto quieren; y, en cambio, enfocarse en lo que “no” quieren. Por eso no logran resultados.

3. Diseñar el primer paso de tu camino.

El primer paso representa un cincuenta por ciento de tu avance en el proceso, porque es sabido que a la mayoría de las personas les cuesta tomar el impulso inicial. Hazlo; si tienes miedo, hazlo con miedo. Tomar esta acción es decisiva para reforzar tu hábito de constancia.

4. Repetir ese paso una y otra vez.

La clave para ser constante es la repetición, aunque parezca aburrido. Según la ciencia, para cambiar un hábito hay que hacer lo opuesto durante 21 días seguidos, al menos. Por eso que es fundamental el hábito de la repetición sistemática para tener mayor constancia.

5. Medir el resultado de avance periódicamente.

Este punto es fundamental, ya que necesitas crear internamente puntos de referencia de tu evolución: serán altamente estimulantes para seguir adelante y plantearte nuevos desafíos, una vez que adquieras el hábito de la constancia.

7. Reconocerte y felicitarte por los logros.

El cerebro tiene un centro de recompensa, que necesitamos graficar de alguna forma frente al esfuerzo y la dedicación por ser más constantes -o en cualquier otro aspecto en el que estés trabajando contigo-. De vez en cuando toma tiempo para recompensarte por el esfuerzo, ya que necesitarás de este combustible para que te ayude a ser persistente en tu meta.

8. Dejar de procrastinar.

Para el final, otro de los principales motivos por el que las personas son inconstantes: la postergación de las cosas. Necesitas entrenar tu productividad, el orden, la disciplina entendida como dirección hacia tu objetivo, y el tomar acción inmediata para evitar caer en la tentación de que se acumulen tus compromisos pendientes. Aprende a priorizar lo importante por sobre lo urgente. Para tener constancia necesitas practicar para evitar que caiga tu auto estima -que es la energía de la que necesitas alimentarte- y también la confianza en ti mismo.