Como ser una madre trabajadora y no morir en el intento por Matilde Hernández
Soy hija de una madre profesional y tengo que admitir que mi madre, fue un modelo para mí, me inspiró a ser mejor, solamente por sus acciones, verla trabajar en un ámbito complejo me enseñó a administrarme en mi vida, en la cual todos los días se presentan obstáculos y oportunidades. Mi madre también me enseñó a tener una visión sin prejuicios y de igualdad en lo que a géneros se refiere. Hoy, soy madre, e intento inculcar en mi hijo los valores enseñados, como colaborar en la casa que se traduce en lavar, doblar la ropa, planchar, cocinar, barrer, limpiar los baños y muchas más de las tareas domésticas.
Hay mucho escrito y en foros de discusión sobre madres trabajadoras, y en algunas de esas discusiones me he encontrado con una corriente que asume que trabajar en el caso de las madres se relaciona con el deterioro de las familias y los hijos. Esta tendencia construye en el sentimiento de culpa de algunas madres de tener que dejar a sus hijos, y por lo tanto morir en el intento.
Al contrario de esta corriente de pensamiento y esos artículos, pienso que ser madre me ha hecho una mejor profesional y ser profesional me hace una mejor madre. En el mundo profesional tuve que comenzar a manejar major mi tiempo, de maneras realistas y con sentido, siendo realista de lo que puedes hacer. Para sobrevivir al trabajo y los compromisos de familia, comencé a usar el poder de decir NO, a las cosas que no me agregaban valor a mí, a la familia o a mi carrera, incluyendo algunas que requerían un tiempo importante. Hay que comenzar a ser creativa y tener Fé en uno mismo y la capacidad de llegar a un balance.
Importante, hay que saber y estar preparados para 2 sesgos:
Sesgo familiar y de amigos: Todavía hoy, recio comentarios como “ ¿No te sientes mal de dejar a tu familia mientras viajas por trabajo? ¡Tu esposo es la madre y padre en tu familia!. Ante estos comentarios solo puedo decir no hay una manera “correcta” para educar a un hijo o tener una familia. Ser una madre trabajadora o ser un ama de casa son opciones y ninguna es inherentemente en detrimento de ser feliz. Lo mismo aplica para el matrimonio, cada relación es única.
Sesgo en el trabajo, en donde las posiciones de alto nivel exigen a los gerentes a ser directos, pero cuando una mujer es directa puede ser percibido como que es agresiva o con poco tacto social. El otro riesgo en el mundo corporativo sobre mujeres trabajadoras es entrar en el “ club de las Mamas”, en donde las carreras se estancan tan pronto eres una madre porque no te consideran para grades retos, y esto es un tema que está recibiendo atención legal, conoce las leyes y mantente informada.
Cualquier mujer puede tener un balance entre trabajo y su familia, solo necesita tener un trabajo que le guste y en el que pueda desarrollarse, y por sobretodo construir un sistema de apoyo con amigos y familia para disfrutar ambos. No olvides lo más importarte, ser feliz.
Por: Matilde Hernández.
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