América Latina debe mantener su tradición de solidaridad y mostrarla a los venezolanos
El flujo de centenares de miles de refugiados y migrantes de Venezuela en los últimos años es el movimiento de población más grande en la historia reciente de América Latina. Ante esta crisis mayúscula, la reacción de los países de la región ha sido ejemplar. Sin embargo, en días recientes se han registrado actos de rechazo a ese colectivo, reportó Eduardo Stein.
El representante especial explicó este lunes en un comunicado que en sus viajes por la región ha constatado la solidaridad, respeto y compromiso de los gobiernos, organizaciones humanitarias y comunidades locales con los venezolanos migrantes y refugiados.
Recordó asimismo que, en el pasado, Venezuela abrió sus puertas a un gran número de refugiados y migrantes de la región.
Incidentes xenófobos
Stein lamentó, no obstante, que en los últimos días se hayan registrado sucesos violentos, ataques físicos y verbales y amenazas contra ciudadanos venezolanos en algunos países.
“Aunque aislados y no representativos, estos actos de odio, intolerancia y xenofobia son sumamente preocupantes. Frente a ellos es necesario que los gobiernos y las sociedades respondamos con un mensaje claro y contundente de repudio”, enfatizó.
“El racismo, la misoginia y la xenofobia no tienen lugar en nuestros países y deben ser condenados con firmeza. Los dirigentes políticos y líderes de opinión deben apelar en sus pronunciamientos a la paz, la justicia, la calma y la mesura, condenando las actitudes y acciones xenófobas y misóginas”.
El enviado señaló que los medios de comunicación y los usuarios de redes sociales deben informar acerca de los hechos de manera responsable, sin incitar a actitudes y acciones xenófobas, y deben condenar todo ataque físico o verbal contra los refugiados, migrantes y otras personas extranjeras, cuando estos se produzcan.
Tradición solidaria
Afirmó el diálogo, la solidaridad, la justicia, la coexistencia y el respeto por la diversidad son la única vía para resolver los retos latinoamericanos.
“Ante los actuales desafíos humanitarios y políticos, América Latina debe seguir siendo fiel a su tradición de solidaridad”, subrayó.
Stein consideró que el Proceso de Quito -promovido por varios gobiernos de la región- constituye un camino de esperanza, de entendimiento y construcción común, una hoja de ruta para fomentar la recepción, protección e inclusión de personas refugiadas y migrantes en los países receptores.
Finalmente, indicó que ACNUR y la OIM seguirán apoyando a los Estados y la sociedad civil en la asistencia a los refugiados y migrantes, al igual que a las comunidades que los acogen.
Con información de ONU | Foto: ACNUR / Elisabet Diaz Sanmartin
- Me gusta 0
- Me encanta 1
- Me divierte 0
- Me asombra 0
- Me entristece 0
- Me enoja 0